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Apple es una gran empresa, grandes diseños, cotiza en bolsa mejor que Microsoft y Google.Pero también es una empresa radicalmente control freak. Los propietarios de sus últimos productos, iPhone e iPad, no puedes instalar aplicaciones si no están autorizadas expresamente por Apple, no pueden instalar aplicaciones pr0n, no pueden instalar programas P2P o VoIP que se conecten vía 3G, ni intercambiar ficheros con un ordenador si no es con el iTunes. Por no poder, no pueden instalar aplicaciones que no estén en el «store» de Apple. Y si le cambias el firmware pondrá una demanda… y salen los jueces dando la razón a los clientes de Apple a los que Apple demanda.

Aún así la gente hace colas durante horas, a veces días, para comprar el nuevo cacharro de Apple en la misma mañana que sale:

Sí, Apple hace buenos productos, muy caros y controlados hasta los últimos detalles de su canal de distribución.

Por otro lado Google es una empresa mucho más joven. Aunque sus productos no tienen la vistosidad de los de Apple (el azul tampoco es tan impactante) revolucionaron muchos campos: los buscadores, la publicidad on-line, el correo electrónico, la edición de documentos en «la nube», la telefonía móvil con el Android, la tecnología distribuida en centros de datos, las aplicaciones móviles, la traducción automática, los navegadores webs. También, a diferencia de Apple, ofrece gratuitamente la mayoría de sus servicios.

Apple nunca se ha posicionado sobre la neutralidad de la red, de hecho sus acciones y estrategia van en el sentido contrario. Pero basta que Google firme un documento con Verizon (proponiendo que la FCC tenga la capacidad de regular la neutralidad para las conexiones cableadas pero que no lo haga todavía con el mercado móvil) para que pase

C’mon guys. No hagáis el ridículo con esas manifestaciones desiertas, que no hay una TV de Madrid para inflar los números. Aprovechad para hacer la manifestación en una tienda Apple cuando salga el iPad 3G (o algo así), seguro que habrá más gente, y todos los bloggers 😉

No sé, digo, quizás haya otra empresa que firma acuerdos con todos los grandes operadores telefónicos y con cláusulas contra la neutralidad de la red, como la de evitar que determinadas aplicaciones se conecten por 3G. Para pedir neutralidad hay que ser «neutral», para exigir coherencia a una big Corp mejor empezar siendo coherentes en casa.

Por otro lado, ¿quién ha sido el genio de Google que firma y publicita un acuerdo como el de Verizon sin prever el daño a su imagen? Se nota que los ingenieros y PhD están perdiendo el poder a favor de los MBAs.

En realidad…

La peor impostura es la de esos que participan en conferencias y mesas redondas explicando a la gente por qué debería usar software libre, o porqué es importante la neutralidad de la red al mismo tiempo que presumen públicamente de ser felices propietarios de iPads y similares. O que son muy pocos que los escuchan planteen esas preguntas y dilemas, pero se criticarán si un periodista va a una conferencia de prensa donde no dejan hacer preguntas, por ejemplo.

Vale, ya podéis acusarme de fanático, espero que no sea sólo para justificar las contradicciones [*] sin necesidad de argumentos mínimamente  racionales 😉

[*] También las tengo, no estoy orgulloso.

PS: Buenas vacaciones, las mías comienzan en una horas.

Epílogo post postscriptum

No lo preveía, pero parece que que tendré que dar más aclaraciones sobre el fondo de este apunte. En los últimos días se conoció de un comunicado conjunto de Google y Verizon. En pocas palabras, y perdonad si hay matices, lo escribo de memoria. Dicho comunicado solicitaba a la FCC y gobierno norteamericano la regulación de la neutralidad de la red, pero sólo en el cable, dejando de lado las conexiones vía móviles. Según Google fue un compromiso temporal para avanzar por este camino, ya que no conseguían el apoyo político y empresarial (y parece que Obama no está cumpliendo, o no puede, con sus promesas en este terreno).

El que Google haga compromisos es criticable –con o sin razón–, pero tampoco se puede considerar que empeore la situación ya que actualmente no hay ningún tipo de regulación a favor de la neutralidad. La FCC y algunos políticos norteamericanos sostienen que la FCC no tiene la autoridad para regular la neutralidad, Google sostiene que sí la tiene, y que si se empieza a hacer es mejor que no tener nada.

Lo anterior es un problema a discutir, y serio. No creo que ese comunicado de Google/Verizon haya sido lo mejor para Google, más bien es Verizon –un viejo dinosaurio con su modelo de negocio en crisis– el que se podría ver beneficiado a corto plazo.

Lo impostura que critico en el apunte son dos.

La primera –la que la hice con más «coña» a los fanboys— es que las reacciones blogueras (e incluso de algunos medios) más «rabiosas» contra Google provinieron de bloggers y periodistas a los que nunca se les vió criticar las acciones de su «empresa favorita» contra la neutralidad de la red. Por eso usé el «sesgada» en el titular. El problema no es sólo de Google sino de muchas de las poderosas partes interesadas, incluida Apple. Con el agravante que esta última es una de las más poderosas y más agesivas contra la neutralidad de la red. Por eso no entiendo el sensacionalismo y «sorpresa» de muchos bloggers que públicamente se declaran «fan» de Apple.

La segunda es muy relacionada, pero más seria. El problema no es nuevo, pero sigue a pesar de los años y las discusiones. Es muy frecuente encontrar a conferenciantes/escritores/periodistas/divulgadores/bloggers que «evangelizan» sobre determinados valores de interés público, pero al mismo tiempo practican lo contrario. Llámese software libre, neutralidad de la red, u open goverment.

Defender unos valores siempre implica un nivel de compromiso y esfuerzo. No se trata de ser extremadamente coherente como RMS (es humanamente imposible), pero no se puede intentar convencer a la gente que opte por usar otro tipo de software (hablo de software libre) cuando personalmente se usa lo contrario. No sólo se usa, se muestra con orgullo el último MacBook, el iPhone 3G o el iPad que se acabó de comprar… y se comentan públicamente sus maravillas. Es decir, el «evangelizador» pide un esfuerzo que él no está dispuesto a hacer. O lo que es lo mismo, pide la defensa y promoción de unos valores en los que no cree. Esto es hipocresía, o como mínimo una impostura.

Que cada uno haga lo que desea en su vida privada, pero desde el momento que te diriges a otras personas para transmitir tus ideas, se pide que seas mínimamente coherente con ellas. Si pides a los demás «esfuerzos», debes ser tú el primero en mostrar que lo haces. En cambio, si se opta por la comodidad, o ser cool, tenemos otra impostura.