Primero la aclaración y gran disclaimer de mis propias contradicciones: estoy en contra del DRM, sin embargo tengo un Kindle con DRM (para decirlo todo, también un teléfono Nokia, un Sony-Ericcson y un Android, todos tienen programas reproductores con DRM, además de no ser libres).
Compro muchos libros, fundamentalmente técnicos en Amazon.co.uk. Desde hace tiempo que quiero dejar de comprar libros en papel por varias razones:
- ecológicas (papel, transporte),
- coste (los libros en papel son más caros, y en Amazon.co.uk son más caros que en EEUU),
- rapidez (un libro en Kindle te llega en segundos),
- comodidad (es más cómodo y ligero que un tocho de papel).
Hasta ahora no lo había comprado porque sólo servía para leer los libros de Amazon (o sea DRM + customer lockin), pero hubo un par de cambios importantes:
- Amazon tiene servicio de conversión por email. Tiene uno que te cobran $0.99 por megabyte (lo probé una vez, con un PDF de 3MB, pero todavía no me han cobrado), envías un documento por email a tu cuenta Kindle (usuario@kindle.com), te convierte el fichero y te lo sube al Kindle. Tiene otro gratuito (usuario@free.kindle.com) al que envías el documento, luego te responde con un enlace donde lo puedes bajar a tu ordenador y copiarlo al Kindle vía USB.
- En la actualización de firmware de hace pocas semanas incluyeron un lector de PDF, lo que permite que puedas tener tus libros. Nota: aprendí en carne propia que el PDF es un pésimo formato para eBook [*], pero también aprendí y comprobé que el Kindle lee perfectamente el formato .mobi.
- Conocí el programa Calibre (programado en Python, multiplataforma) que gestiona bilbioteca de eBooks, los convierte a casi cualquier formato y además detecta automáticamente el lector enchufado al USB y hace las conversiones necesarias de forma automática según los formatos que acepta el dispositivo.
- Es un cacharro barato comparado con los demás: me costó más o menos 220 € incluido transporte y aduana, el Papyre está a 299 € (aunque se puede conseguir algo más barato en PC City, al menos hasta la semana pasada, conseguí comprarlo a 257 € por una oferta a empresas en su página web).
[*] El Kindle no recorta bien los márgenes de los PDF, por lo que achica las fuentes hasta hacerlas ilegibles, tampoco permite hacer zoom salvo que se rote le pantalla para leer en apaisado (muy incómodo). Tengo un Papyre 6.1 y en este sentido funciona mucho mejor que el Kindle.
Así que me decidí y compre un Kindle. Estoy muy contento con el «ecosistema» Kindle + Amazon + Calibre. Puedo comprar libros de Amazon rápidamente (aunque el catálogo no tiene todavía nada que ver con los de papel), el cacharro funciona muy bien, es muy ligero, y puedo leer casi cualquier libro gracias al Calibre (los originales PDF suelen dar problemas, si tenéis opción elegid un .fb2, .epub, .mobi o html, que son convertidos mucho mejor, si es que hace falta –el Papyre los lee a todos–).
Luego comenté varios de estos temas en Twitter, varios han criticado o comentado que es mala opción por su DRM. Pero me sorprendió una cosa: creo que casi todos los que criticaron son usuarios [y fans] de Spotify [*] (y algunos de iTunes). Es más, muchas de esas personas ponen de ejemplo a Spotify como el «futuro de la comercialización y distribución de música».
[*] Suelen pasar enlaces por Twitter de lo que están escuchando, y los que no tenemos Spotify debemos conformarnos con una página de error sin indicar siquiera de qué canción se trata.
Nunca usé Spotify porque:
- es un sistema con un protocolo cerrado,
- sólo puedes oir la música en su propio programa (Windows, Mac o algunos móbiles para la versión Premium),
- no hay alternativas libres,
- no hay ninguna alternativa para GNU/Linux (salvo el de usar el Wine),
- sólo puedes escuchar lo que tienen en su biblioteca,
- no puedes almacenarlas localmente para escucharlo cuando quieras (salvo la versión de pago, pero sólo con el programa de Spotify), hacer copias, ediciones etc.,
- pueden eliminar las obras que les apetezca, sin previo aviso y sin derecho a reclamación.
En resumen, que me parece el peor de los DRM, sólo que cambia el método de cobro:
- Una cuota mensual de «all you can eat» para no tener publicidad, poder escuchar en los móbiles y en «off line» (mientras vas de viaje, por ejemplo)
- Gratuito si admites publicidad (que es una forma de pagar con «atención» en vez de con dinero) y sólo para escuchar en el ordenador en streaming (i.e. «on line»).
Es decir, para muchos de lo que están en contra del DRM basta con cambiar el método de cobro, o que sea «gratuito» para que el peor de los DRM ya no sea tal. No entiendo esta lógica, me parece profundamente incoherente, o como mínimo que no se haya entendido el problema de fondo del DRM.
La justificación de que es «gratuito» no es lógica, porque el DRM no se trata sólo de dinero, y porque pagas indirectamente con publicidad.
La justificación de que puedes «compartir» con otros tampoco tiene sentido, porque sólo pueden hacerlo aquellos que instalen sus programas, tengan Windows o Mac, acepten las condiciones restrictivas y que además coincida con la zona/país, porque en otros países puede no estar en la biblioteca, o incluso hay países (creo que la mayoría) donde Spotify no ofrecen servicios.
¿Qué pasaría si Amazon no cambia nada de su DRM pero cambia el método de cobro? Por ejemplo pagar 12 euros al mes para leer los libros que quieras. O meterte publicidad entre el texto de los libros. Con la misma lógica el Kindle ya no tendría DRM, a pesar que no hayan cambiado una coma del código ni un transistor del hardware.
No se sostiene. Tampoco pretendo justificar a Amazon ni a mi contradicción: sigue teniendo DRM, sigue siendo una contradicción (al menos por ahora).
En realidad la diferencia fundamental es la «actitud», aquellos que usan Spotify ya lo hacen a sabiendas de que no quieren «poseer las canciones», sólo escucharlas. Mientras que para los libros no pretenden sólo leerlos, sino también poseerlos. Pero no deja de ser un cambio de actitud consumidora, más que en la [no] existencia real del DRM.
¿Pasará también lo mismo con los libros digitales? ¿dejaremos de querer «poseerlos»?
Si es así, como parece indicar la lógica, la comercialización como servicio de las obras artísticas habrá convertido al DRM es una condición necesaria pero aceptada, a tal punto que el concepto de DRM –y lo malo que es/era– habrá quedado en el olvido.
No sé si será bueno, malo, peor o mejor, pero claramente es un dilema cada vez más difuminado, incomprendido… o del que es mejor no hablar. Pero seguramente este año, con la popularización de los lectores eBook se convertirá en tema de debate y acusaciones entre «autores» y «lectores» por la «piratería de libros», como pasa con la música.
la era del acceso (jeremy rifkin)
A mi me entusiasmó Spotify como gran biblioteca musical para todos los músicos, con retribución al artista con ingresos de publicidad o subscripciones en función de las escuchas. La parte que me pareció oscura y derribó buena parte de ese entusiasmo, tiene que ver con la libertad de participación. Spotify nació con la idea de complacer a las discográficas que le tienen yuyu a Internet. Al carajo la gran biblioteca musical.
Sin embargo su éxito muestra desde luego que para mucha gente no es tan importante el poseer los archivos. Supongo que es una extensión de todo esto de «la nube».
Tengo ganas de ver cuáles serán los argumentos de los que comiencen a bajarse sin pagar libros protegidos por derechos de autor.
¿Ir a los conciertos de los escritores?
@dasein
La verdad es que una minoría de escritores viven de sus libros (la inmensa mayoría nunca ve un duro). Pero cobran bien en conferencias, o tienen otros empleos (univesidades, periodistas… hasta Cervantes creo que tenía un trabajo «cutre, no recuerdo cuál).
Un libro da mucho prestigio (demasiado desde mi punto de vista), y sacan provecho de eso.
Como me comentabas en algún post anterior, los fetichistas del libro a veces se olvidan de la lectura. Yo creo que en cierta manera algunos de nosotros somos fetichistas de los bytes o de los gigas, un fetichismo barato pero que lleva a más de uno a pensar en «para qué diablos me bajé aquello o lo otro», «ese grupo no me gusta nada pero lo tengo ahí, por tenerlo…»
Para los no digi-fetichistas, importa más bien poco el archivo; y en muchos casos la comodidad y la rapidez vencen a las ventajas (para algunos) de descargar el archivo, al igual que el archivo vence a tener el soporte en papel o en ir a la tienda a comprarlo.
Creo que la computación en la nube acercan a un ritmo verteginoso hacia el Gran Hermano Orweliano, y, cómo dices, elimina la necesidad del DRM.
Aún así, existen formas de «guardar» una canción del spotify (quizás no sin perder algo de calidad); pero vamos, desde el momento en que suena por los altavoces puedes llegar al extremo de grabarlo con un cassette o el teléfono móvil. Por más que intenten impedirlo seguiremos copiando, ¿no es en parte intrínseco al ser humano?
@gallir, está claro que para un número determinado de escritores (los más conocidos/leídos, obviamente) el hecho de que se descarguen sus libros sin pagar no les afectará casi nada.
Mi comentario iba dirigido más bien hacia aquellos escritores que acaban de publicar su primer libro y son prácticamente desconocidos. Estos sí que notarán más los efectos de las descargas, sobre todo los que se dedican a ello profesionalmente.
Por otra parte, y aunque existen honrosas excepciones, escribir un buen libro es un trabajo completo que normalmente absorbe casi todo el tiempo del autor, impidiéndole dedicarse al mismo tiempo a otras cosas.
Por supuesto, siempre habrá escritores que preferirán ver difundida su obra, sin importarles tanto los ingresos percibidos por ello (como Paulo Coelho, creo recordar). Pero es necesario resaltar que, en muchas ocasiones, también se dan los casos contrarios:
http://www.sgae.es/recursos/documentacion/articulos_2009/posadas_abc_101109.pdf (ignórese la url del documento).
@dasein
> Estos sí que notarán más los efectos de las descargas, sobre todo los que se dedican a ello profesionalmente.
Se aplica lo mismo, la ínfima minoría de escritores cobra un duro de su primer libro, a menos que sea un «éxito salvaje».
BTW, http://www.elmundo.es/elmundo/2009/12/09/navegante/1260349098.html
Yo pienso que la diferencia está en la forma de consumir el producto, como lo que indicas que los libros nos gusta poseerlos y las canciones escucharlas.
Yo no soy un gran melómano, la música me distrae cuando trabajo y cuando no me gusta hacer otras cosas. Pero si de repente me apetece escuchar algo de Springsteen pues me voy al Spotify y lo escucho, de forma legal y sin preocuparme de pirateos y tonterías. Entiendo que a alguien que le guste la música y poder escucharla en cualquier parte Spotify es más bien un engorro.
Sin embargo sí leo muchas novelas, y además me gusta recrearme en ellas y volver a leer una saga una vez que la he acabado. Por eso me encanta una solución como el Calibre + Lector de e-books y desde luego no me compraría jamás un libro con DRM y la posibilidad de que Amazon se meta en mi cacharro a borrarme cosas simplemente me espanta.
P
Además yo pienso que la gente lo entiende como cosas diferentes porque en Spotify compras un servicio, la posibilidad de oír cualquier tipo de música y con los libros tu lo que compras es un producto, un libro, y te revienta que no puedas hacer con él lo mismo que harías con un libro físico.
A nadie le revienta que una biblioteca te haga devolver el libro a los 15 días porque al hacerte el carnet de socio tu accedes a la posibilidad de leer los libros, pero entiendes que los libros no son tuyos… y una biblioteca no deja de ser DRM analógico
La verdad es que una minoría de escritores viven de sus libros
Eso es lo que digo siempre a los que me hacen sentirme como si fuera un aventurero por publicar en Internet permitiendo la libre circulación de mis textos. ¡Pero si el sistema tradicional no funciona! La mayoría de los que logran sacar sus textos de los cajones/discos duros para publicarlos en alguna editorial reciben como remuneración el mero canto en los dientes de ver su texto publicado. Yo al menos estoy consiguiendo lectores para un cercano escenario monetizable.
De cara al futuro la cosa pinta un poco mejor, gracias a la rebaja que consiguen los ebooks respecto a los cada vez más prohibitivas novedades impresas. Modelos se proponen varios, las cooperativas de escritores, el micromecenazgo como el que se hace con El Cosmonauta, el modelo de rescate, suscripciones tipo Spotify…
¿Cuantos libros se escriben al año en el planeta? ¿Millones? Cuando se escriban 20 al año venid y hablamos de qué podemos hacer para fomentar la creatividad.
No digo que vengais cuando los escritores escriban sin cobrar porque eso ya pasa ahora y antes de internet y a nadie le importa visto la defensa aférrima hacia el sistema actual.
Confieso que soy uno de esos a los que va dirigido este post. Te recriminé la compra del Kindle por usar DRM (y creo que unos cuantos más, lo siento eres el referente para muchos-como hacker del software libre- pero me imagino que toca los cojones que alguien te tenga que estar criticando que te compres lo que te sale de los cojones) y uso y soy fan de Spotify. Reconozco que era consciente de la contradicción pero lo tengo más claro después de este post. Pero aún creo que hay una diferencia: spotify es un intento de la industria cultural en actualizar su modelo de negocio y creo que hay que apoyarlo porque va en «la buena dirección» y ya más adelante podemos exigir que se libere el cliente y el protocolo o el que nos pertenezcan las canciones y np estar restringidos a un «catálogo» cerrado. Coño, es lo único decente que ha hecho la industria en años. En el caso de kindle ya no sólo hablamos de contenido con DRM (spotify tb), software privativo (spotify tb) , catálogo restringido (el de Amazon, spotify tb) sino que además le añadimos un hardware con DRM. Creo que se ha luchado mucho para que el hardware quede libre de esa aberración como para ahora permitir que triunfe un cacharro hasta los topes de DRM y sabiendo que lo que pase con el Kindle condicionará mucho el hardware que venga después. El caso de spotify se me parece más al de flash que mencionas. Los usuarios de linux y seguidores del software libre usamos flash como mal menor pero nos sentimos mal con ello y confiamos en que salga una alternativa libre al mismo nivel en breve. El caso del kindle puede llevar a que se generalice el hardware con DRM, no sólo en ebooks sino en Tvs, mp3, etc. si no lo está ya. Y hoy en día los consumidores decidimos con nuestras compras, lo único con lo que podemos presionar.
Taikochu no se cómo te dejas atrapar. ¿Por qué das por supuesto que el DRM de spotify es necesario para su modelo de negocio?
Un spotify sin DRM que permitiera almacenarlo en tu HD sería exactamente igual que el actual para su modelo de negocio. Usas spotify por la facilidad y comodidad a la hora de escuchar una canción. La gente seguiría usando spotify como ahora. Nada cambiaría.
¿Que podría pasar? ¿Que otra companía copiara su catálogo y montara un servidor? Que usen el drm para marcar las canciones y demanden a la empresa y se acabó.
Su DRM es algo que sobra para su negocio, no es necesario y sólo está ahí para dirgiros hacia un mundo en el que el DRM ha convertido lo intangible en tangible. Después de tantos años sin terminar de despegar sólo lo han de meter como parásito en un modelo de negocio exitoso y ahora incluso es aceptable para todos.
Repito, el DRM no es nesario para la existencia de spotify. Es necesario como caballo de troya al convencer a la gente de que es un mal menor. Y es porque todos seguís pensando en el fondo en las canciones como objetos, y claro, de todos es sabido que bajarse una canción no es lo mismo que escucharla online, así que aceptais un DRM que evite esto.
Pero la verdad es que no hay ninguna diferencia en lo que a ingresos para spotify respecta. Porque su modelo de negocio no es que tengas canciones, ya las teniamos y tenemos ahora, está en inmediatez, comodidad, comunidad…
Ricardo, ¿no tienes miedo de que con el kindle te puedan borrar algunos libros que hayas podido comprar?
Ya se ha dado en una ocasión, borraron los libros de 1984 y Rebelión en la granja de las kindle de todos los usuarios que habían comprado dicho libro.
@emosqueira cuando compras un kindle, dentro de las condiciones aceptas que ellos te pueden borrar el libro en cualquier momento, ya que lo que estás pagando es por que ellos te dejen tener el libro en la kindle, una especie de préstamo en el que te lo pueden quitar cuando les interese.
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Me he quedado flipao con Calibre :0
No tengo Kindle ni ningún otro ebook reader, ni intención de comprarlo por el momento, pero sí leo mucho en el portátil, y vista la demostración, es acojonante. Me parece que estoy ante el Amarok de los ebooks 🙂
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Respecto ha spotify.
Existe un cliente open source, despotify. Salvo la necesidad de cuenta premium, funciona.
Respecto al Kindle, una compra algo mas que excelente. El disponer de libros, es solo buscar lo que quieras leer.
El tema del spotify es algo novedoso. Si bien puede plantearse como DRM evolucionado, no debemos olvidar que es una manera comoda y legal de escuchar musica de forma gratuita mas alla de jamendo, que para que engañarnos, no es atractiva para el gran publico.
Evidentemente tiene sus limitaciones, pero siempre es mejor que tener que pagar 20 euros por un disco del que solo vas a escuchar dos canciones y no mas de 10 veces.
Según lo entiendo yo, en Spotify:
– Te lo ofrecen gratis, con pocas restricciones (efectivamente si buscas Metallica no están, pero porque el mismo grupo no quiso, así que estos no aceptaran Spotify ni ninguna otra alternativa).
– Ponen anuncios más o menos cada 9 ó 10 canciones, de como mucho 30 segundos, pero la música se oye con calidad y apenas hay cortes en redes de poca capacidad.
– Dudo mucho que los anuncios que echan (no suelen ser de grandes multinacionales, sino de ellos mismos) les den para mucho más que para pagar los gastos que tengan de tráfico, por lo tanto creo que me ofrecen lo que quiero donde paso la mayor parte del día, dejandome elegir que canción escuchar, y no son tan gilipollas como para perder dinero con ello. Google también me pone publicidad en sus búsquedas, y estoy seguro de que hay ciertas cosas que no indexa.
En definitiva, que a mi me gusta Spotify.
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No me importa que Spotify utilice DRM para sus emisiones a través de Internet porque lo que nos ofrecen no es poseer su música sino poder escucharla a través de su aplicación siempre que queramos.
Spotify no es un programa para la gestión de la música que ya poseemos, pienso en esta aplicación como en un sintonizador de radio musical con ventajas; por ejemplo, no tener que aguantar al locutor y poder escuchar lo que quiero cuando quiero (dentro de su oferta, claro).
Si quiero comprar uno de los temas que ofrecen puedo hacerlo (http://j.mp/4Kviui). El formato del archivo adquirido es MP3, sin DRM.