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Hace tiempo que estoy bastante indignado con el trato de idiotas a los que votan diferente, última y especialmente por lo de los votos de los viejos. Por ejemplo (enlace al artículo):
Estoy molesto de verdad, por eso dedico este breve texto:
No reconocer que las sociedades son complejas y variadas, que la democracia se trata de resolver los conflictos de esa variedad y que no todos tienen las mismas ideas, ni experiencias vitales, ni intereses ni necesidades es ser un profundo ignorante. Hasta de los principios básicos democráticos.
La democracia parte de la base de que existen los “otros”, que no existe una única ideología correcta y que además puede haber más consenso sobre ideas contrarias a las nuestras. Decir que los demás son unos idiotas porque votaron a otro partido no es de democráticos, todo lo contrario: es de totalitarios.
Decir que los viejos no deberían votar porque siempre votan mal y al mismo no es de democráticos, ni de izquierdas, ni revolucionario. Es clasismo puro y duro, del peor.
Decir que es culpa de los viejos -o ser obrero y votar a la derecha– no solo es de descerebrados, es inhumano. Ni siquiera reconocen el esfuerzo que tuvieron que hacer sus padres y abuelos para criarlos, educarlos y que disfruten de la libertad y estado de bienestar con el que tanto se llenan la boca.
Escribir en un periódico de izquierda que es un consuelo [sic] que a los abuelos les quedan pocas oportunidades para votar supera lo tolerable para cualquiera que tenga un mínimo respeto a los valores de la izquierda: igualdad, solidaridad, respeto a las personas y a la historia. Es criminal.
Todo lo anterior es de profundos ignorantes de lo que significa democracia, ni igualdad ni el sufragio universal que tanto ha costado conseguir… a nuestros padres y abuelos.
Después de cada elección salen los mismos vociferando todo lo anterior, por ello a muchos ya nos da hasta vergüenza decir en los mismos entornos (las redes sociales) que somos de izquierdas: no queremos que nos identifiquen con esos cretinos.
Lo curioso es que esos mismos totalitarios clasistas, que poco se diferencian de la lógica de Le Pen o Trump (pero peor porque discriminan a sus ascendientes cercanos), ahora me llamarán fascista.
Supongo que son tan descerebrados que ni siquiera se dan cuenta que ellos también serán viejos. Pero a diferencia del director de Público, no me alegraré si mueren antes ni si sus descendientes les desprecian como ellos a sus abuelos.
Creo que en este país, siglo o lo que sea, mucha gente no entiende lo que es la democracia, sus conocimientos sobre política son nulos y sus afiliaciones tiene más un carácter social de pertenencia grupal, al modo de las hinchadas de fútbol que compiten con sus contrarios (enemigos) a la vez que compiten entre si para demostrar su implicación. Tal vez la turba necesita rendir culto a algo pero como el siglo XX mató a Dios se sustituye por el fútbol o por partidos políticos.
No me extraña, tienen conocimientos nulos en cuanto a historia y sobre todo a historia de los clásicos, a los sistemas de gobierno, a la revolución francesa, a la rusa, a la Guerra Civil, mundiales o lo que sea.
Me harta rebatir a memos: el otro día sin ir más lejos una señora «empresaria» me decía que no tendrían que valer lo mismo el voto de un empresario que el de un zapatero… y luego ves como en las redes sociales hay inútiles que quieren quitar el voto a los jubilados.
Puestos ya en el tema, las mujeres no deberían votar, los menores de 21 años tampoco porque son inmaduros, los que se presentan y sus familiares tampoco y los que tienen enfermedades mentales o incluso los que tienen rasgos «fisiognomicos» perversos.
Acabo de escuchar, justo antes de leer el esto, que el pueblo se ha equivocado al votar, al igual que los políticos se equivocan, esta afirmación de Leguina, como la de los abuelos, obreros y de derechas, no deja de irritarme, ya no me hace ya ni gracia. Muchos elevados hay por el mundo predicando con su superioridad impostada, si pudieran, elegirían quién puede o no ejercer el voto.
Bueno, en mi caso es mi escasa fe en la humanidad la que hace que opine que ciertas personas no deberían de poder votar. Alguien que haga lo que haga un partido político va a seguir votandole no merece poder hacerlo. Pero fanboys hay en todos los lados, no solo en los viejos.
Idealmente todo el mundo votaría el partido que cree que gobernara para que todos vivan mejor, en cambio votan a quien creen que le va a mejorar su vida aunque por el camino haya otra gente que sufra, o que disfruten de beneficios aun a cuenta de pedir prestado y dejar la deuda a los próximos.
De todas formas, es mas una pataleta que un deseo real. En realidad me conformaría con que la gente fuese algo mas critica.
Las ideas son respetables casi todas. Votar a ladrones no tanto.
¿por qué indicas que igualdad, solidaridad, respeto a las personas y a la historia son valores de la izquierda?
Serán valores democráticos asumidos solo por parte de la izquierda y también derecha. A mi no me parece que personajes claramente de izquierda como Stalin, PolPot, Largo Caballero, Fidel Castro o Pablo Iglesias II tengan esos valores.
Yo no me siento de izquierdas y si asumo esos valores.
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