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Este apunte tiene dos partes. El objetivo original al empezar a escribir este artículo fue describir una pequeña novedad, y sus resultados, que pusimos en marcha en Menéame el 11 de noviembre. Pero antes quería hacer una breve introducción al problema que intentamos reducir -los sesgos-, pero no me salió nada breve. Lo siento, no lo puedo evitar, pero al menos os recomiendo unos libros de lectura imprescindible si están interesado en problemas similares.

Sesgos y mala información

Está estudiado, experimentado, demostrado y ampliamente reconocido en el ambiente académico y profesional de la psicología y psiquiatría el problema de los sesgos. Éste es inevitable, nos afecta a todos, cada minuto, cada opinión y cada percepción que tenemos del mundo. Es el que nos hace ignorar la información que no se ajusta a nuestros patrones y conocimiento adquirido previamente, el que selecciona aquella información que revalida lo que pensamos (sesgo de selección) e ignora aquello que lo contradice.

Hay muchos libros que explican nuestros sesgos, uno reciente Thinking, Fast and Slow, del Nobel Daniel Kahneman, que investigó mucho sobre el tema. Tenemos dos forma de pensar, la más «intuitiva» y de «sentido común», y otra más racional. Kahneman denomina al primero «Sistema 1» y «Sistema 2» al segundo.

Al contrario de lo que parece afirmar Punset, el Sistema 1 está siempre funcionando  no se detiene, es el que toma las decisiones rápidas y las que llamamos de «intuición» y «sentido común», aquellas que no necesitan laboriosos razonamientos o cálculos. Usa «trucos», como la «asociación», cuando percibe algo nuevo lo asocia inmediatamente con algo conocido. Es el Sistema 1 es el principal responsable de nuestros sesgos.

El único que puede minimizar los sesgos es el Sistema 2, pero éste es muy «perezoso», cuesta ponerlo en marcha, y es agotador (consume tanta energía que cuando estamos concentrados nos hace consumir más glucosa). Además, el Sistema 2 está influido por las primeras impresiones o decisiones que ha tomado el Sistema 1 (por ejemplo, el muy conocido «truco» del priming), por lo que la tarea de elimina nuestros sesgos no sólo es muy dura, es imposible eliminarlos completamente.

En diversos estudios y experimentos se ha comprobado que el sesgo es normalmente amplificado en un grupo. Si una persona se «mueve» un poco, todo el grupo la acompaña. Así, un grupo puede tomar decisiones aún más radicalizadas y sesgadas de las que tomaría cada uno de los individuos por separado. Por ello, entre otras razones, James Surowiecki en su libro The Wisdom of the Crowds pone determinadas reglas para que realmente pueda extraerse una respuesta válida de un grupo de personas, entre ellas, la independencia.

El sesgo amplificado de un grupo suele generar que una persona antes tolerante con las opiniones discordantes, se vuelva intolerante a esas mismas opiniones, no le otorga ninguna validez. Esto genera una realimentación positiva, se minimiza o destruye toda interacción con personas de opiniones diferentes, lo que se conoce como el efecto cámara de eco.

Internet es muy vulnerable a las cámaras de eco. Hay sistema de «redes sociales» que fomentan la comunicación de entre personas similares, y por lo tanto facilitan la creación de las cámaras de eco. Es un efecto muy común en Twitter, o Facebook. Pero no es exclusividad sólo de esas redes sociales, pasa en los foros, en Menéame, y en cualquier sistema que se use para divulgar y compartir información.

Este problema de amplificación de sesgos está relacionado con otro cada días más habitual, la creación y divulgación de bulos y noticias falsas. Pero no es un problema de Internet, ésta sólo lo hizo más rápido. Nate Silver lo explica en su libro The signal and the noise. Los errores y malas interpretaciones son comunes en la comunicación humana. Antes los errores  los cometían los escribas al copiar los libros. La imprenta disminuyó la tasa de errores, pero permitió que los que se producían se divulgasen muchísimo más rápido. Cito una frase del libro:

La imprenta cambió la forma en que cometemos errores. Los errores rutinarios de transcripción se hicieron menos comunes. Pero cuando hubo uno, se reproducía mucho más, como en el caso de la Biblia Adúltera. Los sistemas complejos como la web tienen esta propiedad. Pueden no fallar tan a menudo como sistemas más simples, pero cuando fallan, fallan estrepitosamente. El capitalismo e Internet, ambos increíblemente eficientes para divulgar información, crean la oportunidad de divulgación tanto a las buenas como a las malas ideas. Las malas ideas pueden producir efectos desproporcionados.

Ejemplos de esos efectos desproporcionados: burbujas hipotecarias, decenas de miles de personas acusando de pedófilo a un inocente, políticos que convocan elecciones anticipadas porque le convencieron que aumentaría su ventaja, o hasta miles de personas que acuden a una fiesta convocada por error en Facebook.

También produce otros efectos, como información y datos erróneos u obsoletos que perduran duran hasta siglos. Tenemos incontables mitos que damos por cierto, pero no son más que eso, información errónea, que se divulgó rápidamente, y que es imposible rectificar. Lo explica muy bien Samuel Arbesman en su libro The Half-life of Facts: Why Everything We Know Has an Expiration Date (que también habla de la rapidez con que se divulga la información errónea).

Por ejemplo, es falso que el director de la oficina de patentes de EEUU (Henry Ellsworth) haya declarado en el Congreso que no tenía sentido mantener la oficina porque no habría más invenciones, en realidad dijo todo lo contrario. También es falso que las ranas no saltan de una olla si se calienta el agua lentamente (en The Atlantic intentaron matar este mito, varias veces, sin éxito aparente) o que los luditas luchasen contra las máquinas tejedoras (en realidad reclamaban que les den formación, eran muy complejas para su época, y tenían que manejarlas sin conocerlas).

Se puede decir que vivimos rodeados de información, que se divulga muy rápidamente, y nos encontramos con los siguientes problemas:

  • Sesgos inevitables que nos hacen aceptar acríticamente la información que confirma nuestras creencias.
  • La divulgación de la información es muy rápida, pero también pasa con la información errónea.
  • La información errónea, una vez divulgada, es muy difícil de corregir.
  • Se crean cámaras de ecos que radicalizan y amplifican los errores.
  • Información errónea que persiste durante mucho tiempo.
  • Tomamos decisiones importante -personales y sociales- con nuestro sesgo, ignorando la enorme complejidad del mundo, y encima basado en información errónea.

Al que me haya leído hasta aquí, posiblemente esté pensando:

Vale, ¿y qué haces para evitar esos problemas en Menéame?

La realidad es que el objetivo para este apunte era contar lo que pusimos en marcha hace unas semanas, para evitar esos problemas, y los [buenos] resultados que está dando. Quise hacer una pequeña introducción al problema, lo difícil que es encontrar una solución -incluso lo difícil que es analizarlo correctamente-, relatar algo de lo que había estudiado (recomiendo los libros citados), y me salió el ladrillo que habéis leído.

Ahora, al grano.

Beneficiar al disenso en Menéame

Somos conscientes de los problemas de sesgo, presente en todas las redes, y también en Menéame. A diferencia de otras redes, en Menéame no se fomenta las cámaras de eco, sino el debate, pero igualmente sufre de los mismos problemas, y el cabreo [también muy humano] que produce debatir con otros con opiniones muy discordantes. Con un agravante, Menéame produce un «resultado» de esa interacción de usuarios, son las noticias en portada, que a su vez son leídas y visitadas por cientos de miles de personas cada día (y que se replican en otras redes, y medios, aunque nunca citan dónde lo vieron), por lo que de alguna forma es «colaborador» cuando se divulgan noticias erróneas.

En este aspecto, hace tiempo ya implementamos un método para resaltar aquellos comentarios que disienten con la noticia, lo describo en El valor de las opiniones discordantes. Aunque tenía efectos positivos, los comentarios críticos con la noticia se resaltaban con menos votos (y obtenían así más votos), no era leído por los que accedían y comentaban en Menéame: había que hacer un clic adicional, o al menos posicionarse sobre el avatar para leer el texto del comentario.

Luego de pensar y hacer varias pruebas, ahora se muestra también un resumen (hasta 600 caracteres) del comentario «crítico» que está en primer lugar. Ha dado muy buenos resultados. Por ejemplo, en la noticia de hoy sobre las fotos presuntamente robadas en Deusto (aunque ya sabemos que muchas de ellas son falsas) podemos ver los comentarios resaltados:

Ese comentario crítico resaltado fue escrito a las 17:15 hs, a las 18:10 hs la noticia ya fue quitada de portada por los votos de los usuarios. Se cumplen los dos objetivos que buscábamos para este tipo de noticias:

  • Que el lector tenga información crítica adicional al titular y entradilla.
  • Que si es «errónea» y está portada sean los propios usuarios los que la quiten.

Hay muchos casos similares. A las pocas horas que lo pusimos en marcha ya tuvo efectos positivos en esta noticia conspiranoica que fue quitada de la portada (siempre por los votos negativos).

O en esta otra, sobre el bulo de que un antidisturbios había empujado a una mujer por las escaleras del metro (se empezó a divulgar desde Facebook).

Esa noticia también salió de portada, aunque varias horas después del comentario crítico.

Aunque en otros casos no se consiguen ambos objetivos, la noticia queda en portada, pero al menos queda visible el comentario crítico casi al mismo nivel que la entradilla, como en este caso del suicidio en Córdoba (el comentario es mío, apenas me enteré que fueron problemas familiares más que de ejecución de hipoteca).

Bueno, esto es lo que quería contar, la nueva forma de resaltar -automáticamente- esos comentarios críticos, para ayudar a reducir el efecto negativo de los sesgos que sufrimos todos. Aunque en perspectiva y a toro pasado parezca obvio, no es sencillo encontrar la solución al problema -que además no es unidimensional-. No conozco ningún sistema similar (foros, Digg, Reddit…) que haya implementado sistemas similares para favorecer a los que tienen opiniones discordantes con la mayoría (si sabéis de alguno, avisadme, por favor).

Por si no lo habéis leído, hace menos de un mes pusimos en marcha un algoritmo que beneficia a la diversidad de votos. está teniendo muy buenos resultados, pero a esto lo contaré en otro apunte.