Soy un friki de los aviones y documentales de aviones, no me pierdo ninguno. Desde todos los capítulos de las 12 temporadas de Mayday, hasta los más chorras y cutres que emiten por Discovery Turbo. Cuando anunciaron con bombo y platillo los nuevos documentales de Y el mundo cambió, programé el TiVo para que los guarde, no me los podía perder. Sobre todo el primero, dedicado a los aviones, anoche finalmente pude verlo.
Mi decepción y nervios se incrementaron a medida que pasaban los minutos, no podía creer lo que estaba viendo: errores técnicos de bulto, sobresimplificaciones indistinguibles de errores, y la tan mentada últimamente «marca española». Después de ver la promo en Discovery durante semanas, esperaba este documental con bastante ganas. De mi gran decepción, este apunte.
Aseguran en el documental que la presurización de cabina se lo debemos al congelamiento del ojo del Mayor Rudolph Schroeder. Sí, tal como suena, y como lo sospecháis, no tiene ninguna relación. Schroeder sí obtuvo un record mundial de altura en 1920, pero ni su ojo congelado (perdió temporalmente la vista por el frío) ni la altura conseguida (oficialmente 33.180 pies, aunque aseguran que llegó hasta los 37.000), ni su desvanecimiento al quedarse sin oxígeno tienen relación con la invención de la presuración de la cabina. La falta de aire y de frío ya eran bien conocidos en 1920. De hecho, Schroeder llevaba dos tanques de oxígeno y calefacción eléctrica en su uniforme (incluyendo los zapatos y guantes). Tampoco fue Schroeder el primero en llegar a semejantes alturas, pocos meses antes otros pilotos ya habían superado los 30.000 pies.
A la hora de explicar el motor a reacción, otorgan todo el crédito de la invención al inglés Frank Whittle, cuando ya había patentes anteriores, como la del francés Maxime Guillaume (de 1921), el trabajo de de Whittle estaba basado en la investigación de A.A.Griffith (explican mejor en la web dedicada a Whittle), y la primera turbina que hizo volar un avión fue la alemana Heinkel HeS 3, antes que lo hiciesen los ingleses.
También se dijo del fly-by-wire
[…] el vuelo a reacción hubiese sido imposible, por las fuerzas necesarias para mover las superficies, sin los «sistemas de vuelo por cables» [sic] […]
y que éste fue inventado por la NASA (para el Águila que alunizó en 1969). Esto último es verdad, pero la NASA no inventó el sistema de fly-by-wire, el primer avión que voló con este sistema fue el Tupolev ANT-20, en 1933. El primer avión no experimental que usó este sistema fue el Avro Canada CF-105 Arrow, en 1958. La realidad es qe tampoco el fly-by-wire fue imprescindible para el vuelo de aviones a reacción. El primer avión comercial a reacción con fly-by-wire fue el Airbus 320, en 1984. Los anteriores usaban sistemas hidráulicos. La ventaja del fly-by-wire tiene que ver con simplificidad, no hace falta instalar cuidadosamente cables desde los controles hasta las superficies, y el ahorro de peso.
Al hablar de los winglets (o wingtips, o «dispositivos de punta de ala»), de nuevo cometen dos errores. Otorgan la invención a la NASA y a Burt Rutan, cuando la realidad es que es bastante más antiguo. La primera patente es de 1910, otra de 1930, y fue Sighard F. Hoerner el pionero de los modernos winglets, con un artículo publicado en 1952, Aerodynamic Shape of the Wing Tips. Cometen otro error, aunque sea más problemas de matices y confusión. Al intentar explicar el funcionamiento de los winglets dice Àngels Barceló:
[…] reduce la resistencia al avance en la punta de las alas, lo que aumenta la sustentación […]
Sí, aunque el winglet hace ambas cosas, lo segundo no es consecuencia de lo primero. De hecho, para generar sustentación en las alas de un avión, siempre hay que generar resistencia, las fuerzas no aparecen gratuitamente. Lo que tendrían que haber dicho es que los wiglets reducen la fuerza de los vórtices que se crean en las puntas de las alas, estos vórtices producen una «arrastre» hacia atrás, al mismo tiempo que interfiere con la circulación del aire en la punta de la salas. El primero produce resistencia al avance (mayor consumo y mayor distancia de despegue), el segundo una pérdida de eficiencia de las alas en sus extremos.
Los anteriores fueron los temas más importantes tocados, y que definieron como los principales avances. En todos ellos, los errores son importantes. Quizás no para una persona normal, pero el resultado es que no informan, todo lo contrario, desinforman, y ocultaron cosas muy importantes, como el desarrollo e hitos de los alemanes, franceses y soviéticos.
También tenía otras cosas incompresibles, como insistir en la recreación del trabajo de los hermanos Wright con una secuencia que los mostraba circulando en bicicleta haciendo experimentos para aprender el control de vuelo.
Pasaron varias veces esa secuencia, donde se ve la rueda de bicicleta horizontal con esos paneles sobre ella. Aunque insistieron en que eran experimento de control, no nos pudimos enterar de qué se trataba, ni qué tenía que ver esa rueda que ni se movía.
En resumen, un documental con errores muy importantes. Aunque pretendieron un documental «de mucha calidad», la verdad es que su primer capítulo dista mucho de la mínima que se espera de una cadena especializada que asegura que invirtió mucho dinero.
No soy experto en aviación, ni en su historia (solamente un pelín informado de mirar tantos documentales), pero me bastó para darme cuenta de los errores garrafales, y poner en duda casi todo el resto. Toda la información que comento en este apunte es resultado de unos pocos minutos de búsqueda en Google y la Wikipedia. Nada que no podrían haber hecho los autores (o adaptadores a la versión española) si estaban tan preocupados por la calidad.
¡Ah! ¿Por qué lo de «marca española» que menciono al principio?
Mira las siguientes fotos, eran algunos de los «personajes muy famosos» que participaron con pequeñas reflexiones sobre el tema del documental.
¿Por qué obligarles a decir frases tan chorras [*] como hechas sobre temas que no controlan? No les hacen ningún favor ni aportan nada al televidente. Es ya típico de la mentada «marca española» en TV: ponemos de tertulianos a famosos que no sepan del tema, incluso en un documental con mucho presupuesto.
Con la falta que les hacía tener a unos cuantos buenos ingenieros aeronáuticos (que los hay). Seguro que hasta le salían más baratos.
[*] Como «sólo los que asumen riesgos descubren más allá de lo conocido».
Reblogged this on aviacion.
me quedé con ganas de verlo, intuía que podía ser una gran fuente de Burradas aeronáuticas,y lo confirmas…
José Manuel «Gizmo» Gil, aerotrastornado, ingeniero tecnico aeronáutico. También soy coautor junto con Roberto Pla (www.robertopla.net) y JMiguel (www.aerotrastornados.com) de Burradas Aeronáuticas (http://burradasaeronauticas.blogspot.com.es/) y me gustaría contar con tu permiso para reproducir tu texto allí, aclarando algunos conceptos sobre torbellinos de punta de ala, winglets y wingtips 🙂
@Jose M
Por supuesto tienes permiso, no hace falta preguntar 😉
Sobre el documental, es una producción de Discovery «internacional», hay muchos estudios qu eparecen norteamericanos, también personajes conocidos de allí, por lo que parece más un re-styling que se hizo en la versión española, con Àngels Barceló y periodistas españoles. No pude oir la versión original, tenía un sólo idioma, así que no puedo asegurar que las grandes metidas de pata sean de aquí o del original.
Pingback: El decepcionante documental “Y el mundo cambió” (con marca española)
Fantástico artículo, me ha encantado.
Por suerte aún quedan programas de cierta calidad o interés en antena. Ice Pilots en Energy es un buen ejemplo. Quizás no se centren demasiado en los aviones, pero es una gozada ver los DC-3, C-46, o DC-4 (entre otros) todavía en servicio. Muy recomendable.
Pingback: Anónimo