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¿Cansado de ver en Internet conspiranoias del 11-S, el 11-M, los illuminati y últimamente todos los periódicos digitales y blogs racistas y xenófobos con sus seguidores que aprovechan la crisis para divulgar su mensaje y se muestran a sí mismos como «informados» y «críticos»?

Entonces debería leer el pesimista The Internet Is Bad For You:

Los fascistas de la década de 1930 fueron expertos en usar las tecnologías de comunicaciones más sofisticadas –el cine, la radio, periódicos, publicidad– para divulgar sus mensajes destructivos y llenos de odio […]

Internet en bruto es el hogar natural de racistas, mentirosos, traficantes de odio y lunáticos salvajes. Por ejemplo la masiva popularidad en Interner de Loose Change, la película revanchista que en su absurda teoría de la conspiración que explica el 11S como un plan de Bush y Cheney, es casi tan creíble empíricamente como Los protocolos de los sabios de Sión, el abuelo de todos los textos conspiranoicos fascistas.

No todo es casualidad, y seguirán aprovechándose de las tecnologías, sobre todo en épocas de crisis e incertidumbres. Por eso la importancia de la educación, de enseñar a practicar el escepticismo y el espíritu crítico de verdad –ese que no se fía del todo de ninguna fuente y que sabe analizar evidencias–.

Eso sí, nuestros políticos y gobiernos continuarán haciendo campañas masivas contra los adolescentes piratas, o sacándose fotos con sus mega redadas contra las páginas de enlaces legales para satisfacción de la SGAE y algunas megacorps de negocio tambaleante.

Sería casi de risa si no fuese porque es cada vez más difícil distinguir quiénes son los fascistas.