Etiquetas
La historia curiosa es más o menos la siguiente.
Ian Welsh, consultor y analista político escribe en su blog Fed to Congress: We’ll Just Print 630 billion dollars K? Thx Bye. donde comenta que la Reserva Federal amenazó justo antes de la votación con inyectar más dinero. Welsh especula que ésta imprimiría esos 630.000 millones de dólares. El blogger cita a una noticia de Bloomberg (que fue actualizada tres veces en un corto período de tiempo).
La noticia es enviada a Menéame y obtiene en total unos 600 votos: Justo después del perder la votación, la Reserva Federal anuncia que imprimirá 630,000 millones de dolares más.
Horas después Ignacio Escolar escribe Menea esta mentira donde critica que haya salido en portada del Menéame y que tenga tantos votos (creo que en ese momento tenía unos 400 y pico de votos). Aquí hay un pequeño error, ya que Escolar afirma que se debe a una mala traducción del inglés, cuando en realidad la traducción es correcta, aunque el signo de interrogación lo convierte en una clara especulación más que en noticia como daba a entender el envío en Menéame.
De todas formas es un error, no es lo mismo especulación que afirmación y Escolar tiene razón, toda la razón. De hecho su rectificación y crítica fue enviada al Menéame y tiene más de 2100 votos (casi cuatro veces que la «mentira» original) además de los 130 y pico comentarios.
El resultado es positivo, lo mires por donde lo mires. Un «periodista» más conocedor critica un error, se envía, se corrige, se discute, se envían trackbacks a la noticia original y la gente que la vea no solamente podrá contrastar en la fuente original, sino también en un blog y envío posterior al mismo Menéame.
Es lo que se espera de los «medios digitales» –en sentido laxo–.
Sin embargo cabe hacer un análisis al estilo de lo que hacen los mismos «periodistas de investigación» de los «medios serios».
¿Es este el primer error del Menéame? No. ¿Es el último o el único? No. ¿Es el primer error de un blog «especializado»? No, no es el primero ni el último (aunque Michael Moore también piensa que sí pretenden imprimir). ¿Es tan importante o gordo el error para que un director de periódico se lo tome tan en serio y llegue a escribirlo en su blog e incluso discutir en los comentarios en el Menéame? No lo sé, pero llama la atención.
Y llama la atención por otros motivos, hay otras «mentiras meneadas» que también tuvieron muchos votos, más que los 600 de la impresión de billetes:
La noticia anterior es falsa, fruto de una especulación, sensacionalista y oportunista de libro.
También fue enviada al Menéame y su fuente original era un periódico «serio», el artículo escrito por un periodista profesional y fue noticia de primera plana en el papel y digital. Ignacio Escolar pidió disculpas y explicó el error (también es viisble en los trackbaks en Menéame), sin embargo no criticó –o no le dió importancia– que haya salido en el Menéame y que haya tenido casi tres veces más votos que la erróneo de «imprimir» (versus «intercambiar» como dicen) billetes. Tampoco hubo rectificación en portada en los mismos «términos» que la noticia errónea original.
Sólo una pequeña disculpa con letras pequeñas, en la página cuatro (página de la izquierda) y echando balones fuera.
Pero hay otra noticia reciente e igual de errónea, del mismo periódico, también con muchos votos en Menéame:
A pesar que entrevistaron al alcalde en cuestión, el titular de la noticia es tan erróneo como amarillista de libro. Lo explica un comentario, Benjamí, que entrevistó al alcalde involucrado, da más detalles de por qué es erróneo (además ambos comentarios están resaltados por la cantidad de votos positivos).
Es decir, no es la primera vez, ni la última, que se publican noticias erróneas, tanto proviniendo de blogs como de «medios serios».
Sin embargo en una Ignacio Escolar se «sorprende» y en otras dos no le ha dado la mínima importancia. ¿Cuáles son las diferencias? Que la primera surge de un blog, mientras que la segunda surgen del mismo periódico, el suyo y del que es director y responsable último de que esas cosas no ocurran.
Quiero aclarar que me gusta Público, es el único que compro y tengo los cuatro Mafaldas. Admiro el trabajo y trayectoria de Ignacio Escolar. Creo que es el mejor director que podrían haber elegido para montar un periódico que intente hacerse un espacio en la zona izquierda del espectro periodístico y que además atraiga a un público jóven, moderno y comprometido. Eso sin contar que es el único periódico que apuesta claramente por la cultura libre y se posiciona radicalmente en contra de los talibanes de la «propiedad intelectual» o los maleducados sensibles y peseteros de la SGAE. Es decir, de lo mejor que tenemos en el ambiente periodístico español –según mis ideas, claro está–.
Sin embargo, y a pesar del peso e inercia de su curriculum, cayó en el mismo vicio que el periodismo carca. No sé si es porque cuando escribió ese apunte ya tenía puesto el traje caro para ir a la fiesta de Mediapro y tenía asumido el papel antes de tiempo, o que de asistir a tantos congresos y reuniones de la «periodistas» ya toma como ciertas las frases tan repetidas nuestro firme compromiso con la información y la verdad […] al contrario de lo que ocurre en Internet, que no se verifica nada.
Que una persona gran conocedora de cómo funcionan los blogs (¿la conversación?) y antiguo crítico al «periodismo carca» como Ignacio Escolar haya cometido este desliz –supongo que es eso– demuestra el enorme tamaño del ombligo de los periodistas, tan grande que es capaz de distorsionar hasta los más experimentados: se escandalizan de los «meneos» por la especulación de un blog, en cambio los meneos las noticias falsas que publican periodistas profesionales en sus propios medios parecen pasar completamente desapercibidos, o «aprobados».
Somos humanos, si se nos caen aviones a pesar que sus responsables están hipercapacitados, también es de esperar que ocurran estas cosas con los cotilleos y especulaciones informativas en medio de una crisis, o después de unas elecciones, o cuando se trata de la «temible» CMT. Pero a veces se echa en falta que los propios periodistas tengan un poco más de autocrítica y fomenten el mismo espíritu crítico en sus lectores, incluso cuando leen sus propias noticias.
Que de tanto mirar la paja en Internet [*] se les cuelan las vigas en sus papeles. Lo malo es que sus lectores están cada vez más confundidos, donde hay vigas sólo son capaces de ver orégano, donde hay algunas pajas sólo son capaces de ver mentiras y pederastas.
PS: muchos dicen que la gente vota cualquier noticia para ganar karma, si fuese cierto no quiero ni imaginar lo que serían capaces de hacer con las noticias si se jugasen la nómina o el cargo de director.