Hoy, o mejor dicho ayer domingo, presencié varias cosas a las que no encuentro sentido.
1. Que no haya pruebas siquiera para juzgar a unas personas, pero que toda una coalición de partidos que rechazan la violencia puedan ser excluidos de listas electorales por esas personas. ¿Existe una especie de limbo o «purgatorio democrático»?
2. Que esa ilegalización esté basada en una Ley de Partidos, redactada y aprobada por «incumbentes» que afirman ser casi los únicos dos que pueden segurar la paz o la democracia.