Etiquetas

, , ,

Creo que es conocida la mala leche y cabreo que me provoca la divulgación de bulos, especialmente si son periodistas o políticos los que lo hacen. Un ejemplo de los últimos días.

Una periodista (multipremiada, según su bio en Twitter) pone el siguiente tuit:

Parece que el periodismo en general no conoce todavía unas reglas lógicas básicas, como la famosa de Carl Sagan afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias. Sin duda esta afirmación requería unas pruebas extraordinarias. Miro la primera fuente, el medio de propaganda de Putin (obviamente, anti norteamericana) que por sí misma no es de fiar.

Afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias, una búsqueda rápida en Google y veo que las fuentes provenían de naturalsociety e infowars (el sitio del conocido conspiranoico Alex Jones). Varios le contestan y corrigen a la periodista, yo también. Y lo mejor de todo es que el paper científico que enlazan como «prueba» (Neonicotinoid clothianidin adversely affects insect immunity and promotes replication of a viral pathogen in honey bees) es en realidad todo lo contrario: las muertes de abejas ocasionadas por insecticidas.

No sólo eso, dos días antes el bulo -que comenzó en octubre- ya había sido desmentido. Además, la muerte de las 37 millones de abejas ocurrió hace más de un año (y se las relacionó con herbicidas, por lo que la UE las prohibió varios países europeos suspendieron su uso inmediatamente). Lo de estos días es un efecto rebote ocasionado por RT.com y los dos sitios conspiranoicos-magufos mencionados, absurdo.

Ayer el ex-director de Greenpeace España y fundador-directivo del partido Equo volvió con el tema:

Varios se lo indicamos, por supuesto que no rectificó. Como tampoco lo hizo la periodista que tuiteó días atrás y que sin duda ayudó a que se divulgue ese bulo-propaganda.

Así tenemos a periodistas que divulgan bulos sin hacer un mínimo de verificación -¿no está el ADN de la profesión?- a pesar del titular y la fuente. El bulo sigue creciendo hasta el punto que un político fundador de un partido nacional que pretende gobernar se lo crea y la divulgue aún más (re-publicado en un blog que se denomina «periodismo alternativo» y cree en extraterrestres en la Biblia). Es triste, sobre todo que ni los profesionales de la información ni los políticos «especialistas» en el tema se tomen en serio lo de tener un mínimo de rigurosidad para no creerse prima facie cualquier tontería.

Si los que estudiaron y se dedican profesionalmente a la comunicación que asisten a multitud de congresos son incapaces del mínimo escepticismo y hasta de rectificar, ¿qué podemos esperar de los demás? Sí, yo acuso. Algunos deberían estar muy avergonzados por la colaboración necesaria para divulgar mentiras fabricadas y fomentar la ignorancia.