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Hoy me llamaron la atención un par de cosas que se está comentando mucho por las reds.
Una es la «queja» porque Ana Botella es la nueva alcaldesa de Madrid. Muchos repiten no la hemos votado. Incluso hay una petición en Actuable El próximo 27 de diciembre Ana Botella se convertirá en Alcaldesa. No la hemos votado. Por eso queremos elecciones en Madrid ya promovida por Equo. Debo suponer que todos esos que se quejan son del PP, ya que fueron ellos los que votaron a la lista de ese partido para concejales en Madrid.
Además, debo suponer que los de Equo, además de haber haber votado a la lista del PP, no conocen la Ley Orgánica del Régimen Electoral General, especialmente el artículo 198 que dice:
En los supuestos distintos a los previstos en los artículos 197 y 197 bis, la vacante en la Alcaldía se resuelve conforme a lo previsto en el artículo 196, considerándose a estos efectos que encabeza la lista en que figuraba el Alcalde el siguiente de la misma, a no ser que renuncie a la candidatura.
Se puede pensar cualquier cosa de Ana Botella, se puede sentir un profundo desagrado por sus ideas, su marido, su yerno, su pelo, o su peluquería. Pero lo que no se puede decir es que no tenga legitimidad democrática (fue electa), ni que se cumpla la ley (es la siguiente en la lista, después de Gallardón). Tampoco tiene sentido que los que proclaman que no votan al PP ahora digan que «ellos no la votaron», es una perogrullada que no otorga la razón, ni ninguna autoridad.
En todo caso yo pediría a Equo que sea más coherente y menos demagógico, que es un partido que se presentó a elecciones, con esta misma ley Orgánica.
El otro tema es el enorme «enfado» que hay contra algunas librerías (físicas y virtuales) porque venden el libro «Comprender y sanar la homosexualidad» de Richard Cohen. Llegan al extremo de pedir un boicot contras esas librerías[*]. ¿Qué pretenden? ¿Qué todas ejerzan censura previa y decidan ellos qué libros pueden venderse? ¿Bajo qué criterios, además de la ley?
[*] Cuando en todo caso deberían mirar primero a la editorial, luego a las distribuidoras, las librerías son el último eslabón de la comercialización, y lo suelen hacer por «paquetes» completos, no suelen elegir títulos individuales.
Si el contenido del libro es homofóbico y/o hace apología de algún delito (no lo leí, ni pienso hacerlo, la homosexualidad no me preocupa en lo más mínimo al final leí algo, ver enlace abajo, vaya estupidez), que se denuncie y decida la justicia. Si no es delito ¿por qué habría que censurarlo? ¿porque ofende a los homosexuales? ¿porque engaña? ¿porque no es lo que la ciencia demostró?
Si estos son los parámetros, yo tengo mejores razones para censurar otros libros, que también son manifiestamente erróneos, inducen al engaño, y son más perjudiciales. Por ejemplo los de los anti vacunas, los de medicinas alternativas, los de dietas milagrosas, los de autoayuda ridículos, los de OVNIS y conspiraciones varias, y la biblia (que provocó muchos más sangre y muertos en siglos de historia, y nos ofende mucho a los ateos).
Si tenemos que entrar en esta pendiente resbaladiza, propongo que lo hagamos en serio, dejémonos de tonterías. Tomemos ejemplo de nuestros amigos fundamentalistas religiosos y declaremos una fatwā contra cualquier libro que sea legal pero que no nos guste. Es más, si alguien recuerda reglas básicas de la libertad de expresión, o de un proceso democrático, toca responderle que es un simplón, que defiende libelos, o terapias reparadoras a homosexuales (faltó así para que me acusen de homófobo).
No sé que haríamos sin tantos democráticos posmodernos autócratas modernos que nos enseñan que la libertad de expresión es un concepto muy voluble y adaptable a nuestras ideas. Espero que al menos no sean los mismos que están en contra de que una comisión administrativa cierre páginas webs sin proceso judicial, o que hasta exigen que Google no oculte contenidos… porque entonces sí que no entendería nada. O sí.
Editado 19:00hs: Si alguien quiere leer esta bazofia (leí la introducción) para pedir boicots con más información, aquí hay un PDF (y es del 2004, o anterior). No es mucho peor bazofia que muchos otros libros, sostiene que no hay pruebas científicas que la homosexualidad sea genética, y que se puede «tratar con amor». Además viene de una editorial ultra conservadora, con libros de peor aspecto. Cito una frase que da una idea del autor:
Cohen es un experto en terapia de reorientación sexual: es terapeuta y además ha experimentado
personalmente la transición desde la homosexualidad hasta la heterosexualidad. Por ese motivo ha sido entrevistado muchas veces en periódicos, radio y televisión…
Editado: Otra opinión similar de Luis Alfonso Gámez, ¿Y si mañana la ‘masa enfurecida’ pide a El Corte Inglés y la Casa del Libro que no vendan obras ateas y escépticas?
PS: Absteneros de hacer chistes con el «enano» del título, mi estatura, y mi ego. Creo que ya leí todas las combinaciones posibles 😉
«Sanar» implica enfermedad, llamar enfermedad a una caracteristica que no lo es (ser gay, negro, etc …) es algo muy grave y potencia enormemente la discriminacion. Si el libro se debe retirar por apologeta, no tengo ni idea, soy jurista, pero tiene todo el sentido.
¿porque ofende a los homosexuales? ¿porque engaña? ¿porque no es lo que la ciencia demostró?
No. Es porque ofende a los homosexuales (y al resto de la sociedad) a traves de engaños y de argumentos que la ciencia rechaza.
Es que una cosa es que sea legítimo, y otra que sea ético.
¿Es democráticamente legítimo ir a la guerra de Irak aún en contra del clamor popular? Sí. Al menos sí con esta democracia parlamentaria representativa.
¿Es ético? No.
¿Es democráticamente legítimo que un gobierno de una ciudad (sus concejales) se suban el sueldo? Sí.
¿Es ético? No en estos tiempos.
¿Es democráticamente legítimo que el número dos de una lista acceda a la alcaldía tras quedar vacante? Sí.
¿Es ético? Depende de cómo se mire. Muchos votantes no votan pensando en la lista, y ni siquiera conocen a esas personas de la lista, sino que votan al cabeza de lista. Es decir, aunque en la teoría se vote a una lista, en la práctica, y muy generalizada, se vota a una persona. A Ana Botella, en la práctica, no le ha votado nadie.
@Miguel Las librerías están llenas de esos libros, quéjate, críticalos, divulga lo contrario. Pero eso es muy distinto a exigir censura a las librerías.
@Javier Perez No, no es ético que se discimine a los homosexuales (y considero que ya es hora que sea delito toda discriminación que afecte negativamente a la vida de personas), no sé si el libro discrimina o no, no lo leí ni tengo pensado leerlo. Pero lo que seguro no es ético es exigir que los que venden libros censuren bajo parámetros «alegales», o boicotear porque no lo hacen (que no es lo mismo que «criticarlos», una cosa es la crítica, otra diferente la exigir libertad de expresión y boicotear si no se censura).
Creo que estoy de acuerdo en todo. Pero en lo que me fijo yo es en tus intenciones, en las motivaciones que te llevan a escribir este tipo de artículos. Creo que te encanta polemizar, pero sobre todo escandalizar a «democráticos posmodernos». Creo que lo haces excitado pensando en la polvareda que vas a levantar, lo cual, por supuesto, es muy respetable. Faltaría más!, cada uno se procura el placer como buenamente puede.
Porque otra reflexión no me cuadra demasiado (¿libertad-pulcritud-higiene intelectual?).
Para mí sería mucho más interesante que una persona de tu demostrada capacidad reflexionara e influyera en otras causas, mucho más denigrantes e intolerables de nuestra sociedad y en definitiva de nuestro mundo. Más que fijarte en cosas como si no sé quién pide censura de un libro tonto, o si a Alberto Garzón le regalan un iPhone y no lo devuelve.
Esta es mi humilde opinión: que pones demasiada energía e intelecto en temas (hablando mal y pronto) muuuuu tonnnntos. Y como te decía, no sé si es por puro placer de chinchar, o porque haces de la Libertad Digital (hala!, qué ocurrencia más aguda que acabo de tener!)
Un saludo!
haces de la Libertad Digital….tu bandera (he querido decir)
@Mariano
Es fantástico, no sólo pareces asumir que conoces todo lo que escribí en mi blog, o la seriedad de unos temas sobre otros, también pareces conocer cuáles son mis «profundas intenciones» (más allá de escribir sobre lo que me llama la atención).
Y no te quedas allí, también me sugieres que escribas de otras cosas, que no sean tan «tontos». Lo dicho, es difícil controlar el enano autócrata que todos llevamos dentro 😉
Creo haber sido lo suficientemente prudente y poco demandante como para que no tener que evocar mi enano autócrata, pero bueno, te viene genial para rematar tu respuesta.
Sabes perfectamente además que no me refiero a todo tu blog ni mucho menos.
A todo esto, es muy de agradecer el tiempo que te tomas en responder a la gente. No te lo he dicho antes injustamente, pero te lo digo ahora: ¡Gracias!
Pingback: Es difícil controlar a nuestro enano autócrata
La incitación al boicot constituye un ejercicio del derecho a la libre expresión. Que pretendes ¿prohibir el boicot cuando a ti te moleste? Autocráta.
Un apunte sobre las críticas a la legitimidad de Botella. Muchos que la critican desde el PSOE obvian intencionadamente la sucesión en Andalucía de Chaves a Griñán, sucesión que se hizo mediante la Ley. Los razonamientos que estos críticos aplican a Botella justifican sin parpadear el caso de Griñán :roll
@Samuel
No critico a los boicots, sino con el «enfado» [sic] porque las librerías lo vendan. Y aún así, me parece desproporcionado y mal dirigido el boicot: se trata de exigir censura en la librería, basta con no comprarlo, o pedir que no se compre, o en todo caso boicotear a la editorial o autor.
Pero es curioso, los que dicen que el boicot es una forma válida de crítica no les gusta que se critique el boicot.
Para casos de opiniones (como es un libro), prefiero las críticas antes que la censura.
los que dicen que el boicot es una forma valida de protesta o critica… y que forma parte del derecho a la libre expresión vienen a coincidir con la totalidad de los tribunales de los países «desarrollados».
@Samuel
Insisto, que caes en el argumento de hombre de paja. No critiqué el «hacer boicots», yo también los hago: https://twitter.com/#!/gallir/status/151339705898770432
Relee el comentario, al menos.
@gallir, como siempre tus razonamientos son perfectos y no estoy de acuerdo con @Mariano en que lo que planteas carezca de profundidad, la tiene y mucha. Pero voy a polemizar que a mi también me gusta 😉 .
Hasta la libertad de expresión tiene un límite, el factor cultural es el que define donde se deja de ser autócrata y se comienza a actuar con sensatez. Nos parece sensato prohibir que se distribuya cualquier contenido que tenga que ver con la pedofilia o que se plantee la falsedad del holocausto judio. Comparto contigo que, desde mi punto de vista, hay otros temas más importantes que se podrían incluir en ese paquete, digo desde mi punto de vista porque entiendo que una persona que haya sido acosada y siga siendolo por su orientación sexual entienda que ese libro debería estar incluida en el grupo de «cosas» prohibidas. En tu post encuentro un único gran error, cuando dices
(no lo leí, ni pienso hacerlo, la homosexualidad no me preocupa en lo más mínimo)
Estarás conmigo en que, aunque a ti no te preocupe, si ha sido y está siendo motivo de preocupación para mucha gente. Entiendo que tus palabras lo que quieren señalar es que los únicos que deberían de estar preocupados por su orientación sexual son los propios implicados y que deberíamos evolucionar hacia esa normalidad, el problema es que no está siendo así.
@Guillermo de Paz
> Entiendo que tus palabras lo que quieren señalar es que los únicos que deberían de estar preocupados por su orientación sexual son los propios implicados y que deberíamos evolucionar hacia esa normalidad, el problema es que no está siendo así.
No, no quise decir eso. Sólo que aquellos que estén preocupados porque la homosexualidad comprarían ese libro, y entiendo que en nuestra sociedad hay cada vez menos gente preocupada por eso. Puedo estar equivocado, pero sigue siendo un libro irrelevante, y que por lo poco que leí del PDF que enlacé, ni siquiera es discriminador, sólo estúpido.
Estoy con gallir, una vez más, y no creo que esté polemizando: A mi juicio corremos el riesgo de hacer parecer que, por el hecho de ser activistas (unos más que otros) ya tenemos razón. Cuando en realidad el activista es un pequeño autócrata en potencia. Es por ello que siempre es bueno pararse a pensar y no justificar el acto por ser los que somos, sino de valorar el acto por lo que se pretende cambiar.
La reflexión de las librerías me parece crucial: yo no quiero encontrarme algún día que en las librerías o en Internet no pueda encontrarme incluso las ideas que vayan contra lo establecido. Porque entonces sólo podríamos pensar de manera dogmática en base a lo primero que se haya dicho; y eso es anticultural.
jejeje… tampoco hemos elegido a Griñán como presidente de la junta de Andalucía, y ahí está el tipo «ayudando» a sus amigos.
Se supone que es legal.
Como era eso que decia Santo Tomas «Vuestra liberdad empieza donde yo decido que termina la mia»?
estoy leyendo esto » Llegan al extremo de pedir un boicot contra esas librerías. ¿Qué pretenden? ¿Qué todas ejerzan censura previa y decidan ellos qué libros pueden venderse?»: y yo te estoy diciendo que pedir el boicot,equivocado o no, es una forma más de ejercer tu derecho a la libre expresión, y esto está reconocido por prácticamente todos los tribunales de todos los países «desarrollados». Parece que pretendas mezclar algo que se reconoce como un derecho (o más bien parte del derecho a la libre expresión) en todos los países democráticos con la «censura previa», propia de países totalitarios. Vamos que si tu puedes preguntarte ¿que pretenden estos boicoteantes? y convertirlos en censores con interrogantes eso si), yo también me puedo preguntar ¿que pretende gallir, confundir el ejercicio de la libertad de expresión con la censura?.
Su enano autócrata, que a mi parece mas que enano tiene la misma estatura que su ego, ha quedado patente en sus quehaceres públicos, nunca no lo olvide señor Gallir o mejor dicho, señor #nolesvotes.
A ver si distinguimos a los trols de una vez jajaja
@Samuel, si voy a una librería y le digo «por poner ese libro en la estantería yo y mis amigos dejaremos de comprarte», eso es un boicot; y ante eso el mensaje que entiende el de la librería es: «no debo poner en el estante según qué libros» ¿Es eso lo que se pretende? ¿Se pretende crear librerías de derechas y de izquierdas (más de lo que estén)? ¿No tienes bastante con los periódicos? ¿Y después? ¿Politizamos Internet?
Los boicots son una cosa seria, si hay un problema con algo lo ideal sería hacer uso de los tribunales: ¡no es sano boicotear porque sí! Entonces se desvirtúa.
Parece que el boicot ha tenido resultado
http://www.meneame.net/story/corte-ingles-anuncia-retirada-libro-curar-homosexualidad
Lo triste es que el impresentable que lo ha escrito ha tenido más publicidad que la que nunca hubiera imaginado
@Juan Manuel el boicot está incluido en tu derecho a la libre expresión, igual puedes abrir un blog, repartir octavillas o manifestarte….si ejercer un derecho democrático te parece que desvirtúa ese derecho, apaga y vamonos. ¿no me dirás que cuanta más gente opine se desvirtúa el derecho a la libre opinión?. También sería absurdo que algo como la publicidad que te dice «Bebe tal bebida» sea algo normal y un boicot que no deja de ser «No bebas tal bebida» sea un asunto muy serio o «extremo» como lo denomina gallir ¿no?. Igual que hay opiniones que nos parecen más o menos razonadas habrá boicots que nos parezcan apoyables y otros que no, pero no son más que formas de ejercer nuestro derecho a la libre expresión.
Por eso, allá en el ’94, critiqué firmemente la fusión entre dinero e Internet…, «loco» me dijeron…, pues ya veremos si tenía o no razón. Y ya veremos si termino publicando el suplemento de seguridad que blindaría las comunicaciones algebraicamente…, y no lo veo.
Ya, por lo pronto, si la comunidad científica no ha demostrado aún la condición de la homosexualidad como tal, difícilmente podrá leerse en un libro, salvo a escondidas ¡Toda una revolución para los amantes de la…! La ciencia a expensas de la política de masas del pueblo con dinero.
@Samuel, ¿se te ha llenado la boca de saliva a la hora de decir «ejercer el derecho a la libertad de expresión»? Se trata de un sesgo cognitivo muy famosete: si no ejerzo ese derecho entonces, ¿lo pierdo? Deberías de leer con atención lo que se dice.
Esto que comentas, samuel, me recuerda a ese capítulo de los Simpsons donde la madre dice de prohibir Rasca y Pica y ya están todas las amas de casa prohibiendo todo lo que se menee…, si yo afirmo que protestar es algo serio y tú respondes que se ejerce la libertad de expresión, entonces traslada tu consejo vanal a ese capítulo tan básico en mente de muchos y verás lo poco apropiado de tu aportación al tema.
@Juan Manuel yo he usado la misma palabra que tu «desvirtuar», que no es sinónimo de perder, lo de perder el derecho te lo acabas de inventar tú, vamos como lo de «vanal». Me imagino que en los simpsons no te enseñaron ni comprensión lectora ni ortografía
OK: alimentaré un poco más al troll. Boicotear no es sinónimo de «publicitar el no comprar» sino sinónimo de «amenazar con no comprar». Se trata de una medida de presión y, como cualquier otra, debe hacerse con inteligencia y mesura. Y eso no me lo has debatido…
Lo que sí debates es lo que hacen «los de siempre»… Yo lo único que te pido es que no amenaces tú y tus amigos a gallir con no cliquear en los anuncios de este blog como siga aceptando mis comentarios XDDD
@Juan Manuel pues no es amenazar, porque amenazar en este país es un delito y boicotear forma parte del derecho a la libre expresión, aquí y en cualquier país de la UE, en EUUU, Canadá. Lo de la inteligencia y la mesura quien lo decide ¿tú? Me imagino que si ya decides quien es un troll (por tener mi opinión ya soy un troll, flipo) y quien no, también podrás decidir lo que es inteligente y mesurado y lo que no.
Resumen: deberias haber hecho dos posts 🙂
Ni he dicho que los que dan su opinión son trolls, ni tampoco he dicho que sea yo el portador de la mesura…, es obvio que mis acusaciones encajan a la perfección contigo. Que insinúas que El corte inglés no ha reaccionado ante la amenaza de que la gente dejara de comprar…, se te ve a la legua.
Pero sí: si he alimentado este troll es porque es un clásico que a lo mejor algunos no son capaces de reconocer.
En el prólogo de no recuerdo si 1984 o Granja Animal, George Orwell decía que no había censura más repugnante que la auto-censura. Eso es lo que se le pide que hagan las librerías.
Y Orwell era Troskista, ojo.
Y digo yo, por defender un poco a Gallir… y por qué ahora no promovemos un boicot contra todas las bazofias de libro de dietas milagrosas que se llevan la salud de tanta gente? o por qué no contra los libros sobre homeopatía (o farmacias) que contradicen todos los principios de la física y la química de disoluciones y fomenta que los pacientes dejen medicinas probadas para ir al tratamiento del engañabobos.
Si nos ponemos a mirar, tenemos un montón de boicots pendientes. Es como lo de Telecinco, joder, si no lo véis, pues cambiará su programación. Yo, no lo veo. Al igual que no pienso leer un libro con ese título tan asqueroso. Si no se vende, pues lo quitarán. Todo lo demás, me está pareciendo bastante demagógico.
Ahora que ya han conseguido que quiten ese libro, deberían ir a por el DSM-III que todavía se vende y que consideraba a la homosexualidad como enfermedad.
Los estamentos psiquiátricos dieron su brazo a torcer y la eliminaron como tal en su nueva versión debido a las presiones de los colectivos homosexuales.
Dado que las enfermedades mentales se quitan o desaparecen en función de la fuerza que la sociedad haga, también podríamos tirar a la basura a toda la psiquiatría por la estigmatización que producen sus «enfermedades».
Dará igual que estés o no de acuerdo con mi apreciación, logrando un grupo de presión con fuerza suficiente lograríamos que se prohibiera lo que hiciera falta. No importarán los razonamientos.
Ahora que ya vamos embalados, si seguimos en estas batallas, solicitaría que ahora fueramos a por el libro de Bettelheim «La fortaleza perdida».
Es un texto de corte psicoanalítico que, entre otras barbaridades, echa la culpa del autismo de sus hijos a las madres.
Lo he visto en alguna ocasión en La casa del libro y seguro que también lo tienen en el corte inglés.
Yo en su día adopté la estrategia de explicar por qué el libro era un desastre y explicar la historia del tal Bruno, todo un personaje. Pensaba que una sociedad lo más educada e informada posible sería capaz de discernir cada vez mejor y con ello tomar elecciones más correctas.
Pensaba que el conocimiento nos daría mayor libertad.
Visto lo visto, veo más fácil lo de los grupos de presión.
Después de Bettelheim, también agradecería ir a por Punset, pues me resulta insufrible. En fin, ya iré dando más nombres para que se prohíban sus libros, ideas y hasta denegar su existencia si hiciera falta.
Curioso:
Los que somos defensores de la libertad de expresión y de enfatizar la educación y el conocimiento de la gente para que tomen decisiones lo más acertadas posibles, no podríamos formar un grupo de presión para que se restituya o que se deje en paz a las librerías a la hora de vender o no este libro u otros ya que estaríamos utilizando el mismo arma y proceder que criticamos.
Al menos nos queda la palabra.
Cierto @jcampodelgado, en la antigua URSS boicotear un producto equivalía a hacer cola en otra parte. Lo de boicotear empresas es una versión capitalista que atenta contra la libertad de empresa. Y, en este caso también, hace peligrar la libertad de cátedra. Por eso, en cuanto a que no está contemplada su regulación (por no haber, no hay en España ni ley de huelgas), es obligación moral por parte de los ciudadanos saber afrontar cuándo sí es correcto boicotear productos o empresas – y de qué manera.
Efectivamente, la clave está en el criterio falsacionista: si nuestro medio es intocable, entonces debemos cambiar la fórmula del boicot para que sea contrastable. La idea de presionar para hacer el máximo daño posible no me parece razonable, más bien sería boicotear para dar ejemplo, o elevar a las alturas aquello que está destinado a caer por su propio peso.
@gallir: no suelo coincidir con lo que publicas, razón por la cual te tengo entre mis feeds RSS.
Sin embargo en este caso tenemos bastantes coincidencias.
En el caso del libro, a mi juicio, puedes dejar de comprarlo y animar a otros a no comprarlo (boicot), pero no pedir que lo retiren de las librerías (censura).
En los últimos tiempos hay varios ejemplos de boicots y campañas de varios tipos, muchos de los cuales me han resultado un pelín hipócritas.
– En los blogs se ha crucificado a CarrierIQ por escribir software suceptible de ser utilizado (por terceros, no por ellos) para espiar usuarios.
– En muchos de los mismos blogs han festejado la sentencia absolutoria de Pablo Soto, acusado de escribir software suceptible de ser utilizado (por terceros, no por él) para intercambio de ficheros.
– Hay una sangría de bajas del provedor de dominios GoDaddy por su apoyo a la propuesta de ley «SOPA».
– Hubo una capaña contra el programa «La Noria» que provocó la retirada de todos sus auspiciantes.
El tema da para mucho. Una cosa es que sea legal y otra cosa es que sea ético, moral o justo. Lamentablemente esas 3 últimas calificaciones no se perciben igual para todos.
Citando el ejemplo de «La Noria», ¿qué pasaría si hay una campaña de retirada de publicidad a un programa que promueva la secularidad, o que hable abiertamente del aborto, o que elogie la ley de matrimonio homosexual, o que aliente el intercambio de archivos sin fines de lucro?
Me pregunto si los mismos que festejaron lo ocurrido con «La Noria» verían esto con buenos ojos porque «están en su derecho»…
¿Es lícito/ético/moral/justo que los anunciantes decidan sobre el contenido de un programa de televisión? En principio te diría que si. Si fuese un anunciante, creo que tendría derecho a decidir cuáles programas quiero que se asocien con mi marca y cuáles no. Aún así, ¿cuántas veces hemos leído por allí que «en televisión no se habla mal de El Corte Inglés» o cualquier otro gran anunciante por miedo a perder su publicidad?
No nos engañemos: a la hora de decidir lo que es ético, moral y justo en general nos olvidamos de agregar «para mi» o «en mi opinión».
Un saludo,
Andy
Hola, en el tema de la publicidad este asunto es fundamental y es utilizado por los lobbies censuradores de toda tendencia, aunque con una predominante ultraconservadora, que utilizan tanto el boicot como la presión y la violencia (con el uso legítimo de la fuerza si hace falta).
Esta cuestión la manejan los medios de comunicación, como las televisiones o los periódicos y revistas, presionados por los grandes anunciantes y sus propietarios respectivos (de tendencia evidente, en mi opinión).
Igual los colectivos gays creen que con la nueva alcaldesa, de probada agudeza para distinguir peras de manzanas, lo mejor es plantar cara ante un enemigo que no respeta ni siquiera las normas que legisla y dispone de medios de difusión masivos. Hacen guerra preventiva… como otros hicieron en su momento.
Me ha resultado muy interesante tanto el artículo como muchos de los comentarios posteriores
Las hordas se dirigen en estos momentos a http://www.amazon.es:
http://www.amazon.es/Comprender-Sanar-Homosexualidad-Richard-Cohen/dp/8496088162/ref=pd_rhf_dp_p_t_2
74 opiniones, 73 negativas y una psss.
Por lo poco que leo (lo siento pero no me veo clavándomelas todas) van por la presión y la censura más que por el «comentario del texto». O sea, a lo talibán.
Ya puestos a navegar me he preguntado si estos comentaristas sin piedad también atacan otros libros de similar catadura, por ejemplo: «mi lucha» de Adolf Hitler:
http://www.amazon.es/lucha-mein-kampf-Adolf-Hitler/dp/8497333136/ref=sr_1_3?s=books&ie=UTF8&qid=1325187166&sr=1-3
¿Opiniones en contra o a favor de este último libro?: =0, nada, rien, nothing.
No sé, pero ya están tardando. Es en verdad intolerable que en estos sitios no se venda lo que un grupo de presión decida por los demás.
Supongo que todo es empezar y que acabarán lográndolo. Al cabo de un tiempo tendremos un erial en las librerías y estaremos unos pocos pasándonos «ilegalmente» los «libros proscritos».
Las tesis de Cohen son una verdadera gilipollez pero gracias a estas iniciativas tendremos a más de uno rascándose el efecto Streisand.
En vez de explicar por qué el texto es una majadería, y punto, nos dedicamos a decidir qué es lo que se puede y no se puede vender. Creamos «lo prohibido» el «porque yo lo digo» y con ello la atracción.
Pues a mi me parece muy bien que las hordas se dirijan hacia esos objetivos, los medios de difusión son ya un erial, no hace falta esperar. A mi no me gustan las prohibiciones, ni las censuras ni boicots, pero estos existen y en un sentido prácticamente único, de alguna manera tendrán que defenderse las minorias de las majaderías que nos impone la lógica dominante. Las explicaciones y los argumentos no parecen servir de mucho porque tengo un primo investigador que opina que el cambio climático es un montaje…
@Tino, bien pero te doy un caso real: el mío.
Hace tiempo leí sobre una opinión parcial que necesitaba contraste. Con el fin de documentarme quise enterarme un poco: ¿qué es eso de los protocolos de sión? Bueno, gracias a que tuve la suficiente libertad acabé consiguiendo un ejemplar (gratis, por supuesto), lo estuve leyendo por encima y no me conformé con eso; necesitaba saber más del tema. Es entonces cuando descubrí porqué decían que ese documento era falso: ¡porque había descubierto otro documento donde explicaban el montaje! De hecho, ¡incluso pude bajarme gratis el libro del que hicieron plagio!…, y así pude corroborar que no hubo más conspiración que la de los propios nazis…, etc etc.
Ahora imagínate eso mismo pero bajo el control de la información. Que no podamos contrastar la información por nosotros mismos. Que debamos fiarnos de las hordas o de nuestros primos. Imagina qué habría pasado si hubiera tenido que «creer» que realmente existieron tales protocolos, y no que los judíos se inventaran el hecho de que los nazis se lo inventaran…, se me antoja muy difícil de ver un mundo así mejor.
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Estoy asombrado del alboroto radical que se opone a la existencia de este libro. ¿Donde está la libertad de expresión? ¿Por qué se mal-interpreta (se juzga) la experiencia de una persona que tan válida como la de cualquiera que opine lo contrario? ¿Por qué ven la palabra sanar como si la homosexualidad en sí apartada del conjunto amplio y complejo de la dimensión humana fuera simplemente como la definición de una enfermedad, cuando en realidad (así lo veo yo) habla de sanar el conflicto que esa persona experimentó?
Yo no soy homosexual, lo admito y no tengo tanta autoridad como otros que si lo son y creen tener y ni la necesito, porque soy un ser humano y todos compartimos la misma estructura psíquica, las mismas «sustancias». Por eso puedo opinar y opino que este asunto no debe caer en radicalismos como el que dice que la homosexualidad es «normal» o natural y comprensible y el que dice que no lo es. Generalizar es errado, cada persona vive según un contexto complejo y determinado que hacer que las cosas sean como son.
Leí un poco ese libro, y siento que esa persona vivía en un conflicto afectivo bastante importante y esa era la base de su homosexualidad, luego de resolverla su sexualidad acabó sin aspectos homosexuales. ¿por qué? Pues yo opino que no hay heterosexualidad ni homosexualidad, solo sexualidad y la sexualidad de cada persona es según sus circunstancias y su forma.
Alguien abusado psicológicamente y violado físicamente por otro individuo de su sexo puede tener impulsos homosexuales por un mecanismo repetición del daño, por un conflicto puramente psíquico ¿eso es homosexualidad? lo dudo mucho, eso es solo dolor. Pues así (me aventuro a decir) es el enfoque con el que está escrito el libro.
Fragmento del libro:
«Juntos, bajo la guía de Dios, hicimos el camino de vuelta hasta la habitación donde sucedió mi abuso, y allí me encaré con mi mayor demonio: yo mismo, mi acusador: “¡Fue por mi culpa! , así me sentía. ¡Eso es lo que pensé!:¡Fue por mi culpa! David ayudó al niño que hay en mí a ver que no fui yo quien causó el abuso, que no era “mi culpa”.En ese instante, la conexión entre mi tío Dave y yo se cortó, y por primera vez en mi vida, fui libre. Con aquel sentido de libertad, sollocé en los brazos de David durante cerca de una hora. La liberación y el alivio de saber que no era el responsable de lo que había sucedido y de que Dios me había perdonado fueron inmensos. En aquellos momentos de liberación encontré la libertad respecto a los deseos de mi mismo sexo. El cortar la conexión neurológica con los deseos sexuales me liberó de treinta años de dolor implacable y de una interminable búsqueda de hombres.»
Yo no soy religioso pero si sé un poco, muy poco de psicología, y los mitos, proyecciones constructivas son poderosas para sanar dolores, endulzar carencias cuando el asunto es muy grave y otras armas no son posibles.
A mi me parece que los que están en contra de este libro no han investigado ni razonado bien el asunto.
Hace tiempo me encontré con dos tipos muy educados, decían que se habían convertido al cristianismo y tal y cual…, uno de ellos era un heroinómano, necesitó las palabras de «La biblia» para conseguir enderezar su camino (ya que a otros no les llegó a escuchar porque, según parece, no ahondaron en su yo).
Como ateo tengo suficientes convicciones contra ese texto, sin embargo es innegable que la religión puede salvar a almas errantes, como lo pueden hacer según qué otros testimonios.
Dejó las drogas, le dije que eso estaba bien, ahora bien ¿por qué también abandonar el sexo? Bueno, yo no puedo ser portador de las verdades absolutas; al menos le invité con mis razonamientos a que terminara de liberarse del todo.
Efectivamente, aquellos que se esfuerzan en negar lo que otros testifican demuestran tener una peculiar «enfermedad»: la de la negación.
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