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Esta mañana y con prisas, dado el revuelo que estaba causando, escribí «El CDN de Telefónica, neutralidad y sensacionalismo«. Ambos artículos mencionados eran erróneos, y muy sensacionalistas. De hecho, si buscáis las frase que copié y pegué de ambos periódicos ya no están en los originales, los corrigieron.
Durante unas horas hubo una discusión si eso afectaba o no la neutralidad de la red. Así como está planteado la CDN de Telefónica no tiene por qué afectar. Se dijo que dependía de la definición de «neutralidad», y creo que la definición es clara. Para no repetir copiaré el texto en español e inglés de la Wikipedia (me parecen concisos y correctos):
Una red neutral es aquella que está libre de restricciones en las clases de equipamiento que pueden ser usadas y los modos de comunicación permitidos, que no restringe el contenido, sitios y plataformas, y donde la comunicación no está irrazonablemente degradada por otras comunicaciones.
Network neutrality (also net neutrality, Internet neutrality) is a principle that advocates no restrictions by Internet service providers or governments on consumers’ access to networks that participate in the internet. Specifically, network neutrality would prevent restrictions on content, sites, platforms, types of equipment that may be attached, and modes of communication.
En ambas se define específícamente que no debe haber degradación y restricciones de contenidos, sitios y plataformas. Un CDN no pone restricciones de ningún tipo, es sólo una mejora en el servicio por medio de la replicación dinámica de contenido a nodos más cercanos al usuario final. No hay más, y es lo que se hace desde hace tiempo.
Sí, considero que el CDN es una «jugada maléfica» de Telefónica para intentar sacar dinero de los grandes proveedores de contenidos (como hacen todas las CDN), y además para neutralizar los esfuerzos de Google para que los grandes ISP (entre ellos Telefónica) mantengan «gratuitamente» líneas de intercambio de mayor capacidad (peering) con Google. Pero visto lo visto del CDN, no se puede decir que afecte la neutralidad.
Creo que con eso aclaro las dudas que había, ahora a lo principal. Ya me había olvidado del tema y veo que a la madrugada (eran las una y pico) Ramón Muñoz me escribe en Twitter:
Quedé alucinado, tuve que verificar varias veces que se trataba del Ramón Muñoz de verdad.
En el apunte me abstuve de mencionar su nombre porque intentaba despersonalizarlo. Este periodista de El País tuvo varias «jugadas» en contra de todo lo que era anti SGAE. Por ello ni lo mencioné, tampoco me había dado cuenta que la autora del artículo de Público era Ana Tudela (@latule en el tweet), a la que sólo conozco de nombre porque desveló la trama de empresas de la SGAE, y que sirvió para la investigación que terminó interviniéndola (aunque hubiese opinado igual).
Pero allí estaba Ramón Muñoz muy ofendido porque «critiqué» a Ana (obviamente la usaba de «hombre de paja» para soltar su bilis) por lo que objetivamente era un artículo erróneo (por eso los corrigieron). Probablemente porque dije que podría haber sido una cuestión de ignorancia, o de mala leche, pero es que no hay más opciones, salvo que sufran un desequilibrio cognitivo grave.
Lo bueno que esta persona ofendida por esas criticas nos trata de «mamandurrias del monopolio»… y luego se ofende si insinúo que tuvieron mala leche con el artículo que escribieron. Palabras duras para un hombre tan sensible a la crítica de lo que publica. Vino el siguiente:
Aquí no sólo recurre a la falacia de autoridad («no se puede criticar a una persona que denunció a la SGAE»), y nos acusa a mí y a otro periodista (no sé por qué razón) por «enlazarles» (cuando llevo criticando y denunciando abusos de la SGAE desde bastante antes que Ana).
Muy raro, pero fue empeorando:
Aquí ya me acusa de plagiador, un ilícito. Fantástico.
Pero es que además que nunca copié ni una sola palabra de un artículo de Ana, y si usé palabras de Muñoz habrá sido para citar y criticarlo. Si le parece que enlazar es también delito, pues nada, ahora sé el concepto que tiene este hombre de enlazar o citar.
El siguiente lanza una más gorda todavía:
Aquí mete a otra persona más, además miente sobre los «tribunales».
Parece que en ADSLZone, o Javier Sanz, también criticaron a su artículo y le metió en el mismo saco. Seguramente sacó lo de tribunales por lo Javier Sanz había hecho hace casi dos años (también, vaya personaje mentiroso y tramposo [*]) y se lo inventa, o alguien le dijo que me demandarían (algo que no me enteré, todavía). Una mentira inexplicable que un periodista que se considera objetivo e informado afirme este tipo de cosas sin verificar </ironía>.
La otra es peor, nos acusa de estar influenciados por dinero de Telefónica. No puedo hablar por otros, pero yo no tengo ninguna relación con Telefónica, ni personal ni de negocios, y a diferencia de Ramón Muñoz, ninguna operadora me dio ningún premio, como hizo Vodafone con él. Por no tener, no tengo ni una línea de Telefónica. Pero aquí estoy demostrando mi inocencia por las difamaciones, mentiras y conspiranoias de un periodista. Ridículo.
A partir de ese tweet ya le empecé a tomar el pelo:
Sus respuestas:
Aquí ya mezcló más, Menéame y el #15M. ¿Qué tiene que ver? Ni idea, pero está clara la objetividad que tiene con una empresa de Internet española (que nunca escribe sobre ella), y lo que está pasando con el 15M (algo que coincide con otros colegas).
¿Por qué este apunte sobre tantas sandeces trasnochadas?
Porque estos personajes, encumbrados en su papel de periodistas, son muy duros criticando a los demás -está visto que no se cortan un pelo-, pero tienen la piel muy fina a la hora de encajar críticas. En vez de iniciar una discusión normal, comienzan con ad hominems e insultos. Y luego se retiran haciéndose la víctima («Galli insulta» o «no vine aquí para que me insulten»). Si tienen la piel tan fina y exigen modales exquisitos, que empiecen por practicarlo. Mientras tanto tendré que defenderme publicando las sandeces que escriben.
Otra cosa bastante triste: había otros colegas de Ramón Muñoz presenciando lo que pasaba, salvo poquísimas excepciones, todos callaron. Supongo les debe parecer legítimo, o normal, o el gremialismo pesa mucho.
[*] Actualización: debe haber visto que puse el enlace al relato documentado de lo que hizo durante años, y tuvo que salir el mismo personaje a acusar a otros de lo que él hace, aunque sea para defender lo indefensible. La idiotez hipócrita brilla también en Twitter, y se juntan (aunque un poco más, y no nacen). Pero es lo habitual, cuando se quedan si argumentos o son cazados con sus trampas se dedican al ad hominem y la difamación.
«plagio, digital, pero plagio» (de un tweet del periodista). Esa es la madre del cordero. ¿Enlazar es plagiar? Todavía no saben el mundo en el que viven, son miopes y a veces no se dan cuenta cuando el mundo se adentra en caminos sin retorno.
Un posible razonamiento es que si menéame enlaza una noticia y al final hay más comentarios-participación-lectura en el propio menéame, éste le está «robando» al medio que publicó los ingresos que obtiene a partir de la «derivada» de la noticia, incluso si el fenómeno aumenta el número de visitas al medio «original».
Los débiles gustan de atacar en los puntos en los que se ven a sí mismos fuertes. Sin embargo, es cuestión de tiempo, el que es débil acaba mostrando sus flaquezas y vanalidades para poder recurrir incluso al delito. Hay gente, que por no saber manejarse con la información no debería ser periodista: podría hacerse daño tanto a él como a los suyos.
Esto me recuerda alguna entrada anterior tuya, gallir, sobre los colegios profesionales. Yo no estoy en contra conque hayan colegios profesionales, inclusive en todos los campos aunque, por supuesto, bien regulados – no lo que tenemos ahora. Para muestra un botón.
Otra cosa, también, es lo que pasaba con Telefónica: el Gobierno le obliga a tener un número gratuito para ofrecer información variopinta – y éstos añaden el 11888, que es el mismo servicio pero de pago y publicitado… ¿pequeña estafa consentida? ¿pequeña muestra de la debilidad del capitalismo confrontado al consumo? Con el tiempo, todos están esperando la siguiente jugada de Telefónica ¿Es realmente Telefónica una empresa llena de estafadores u otra gran corporación que cumple con las reglas que el sistema le permite?
Ya le pasó algo parecido a Microsoft con el .net, pero claro…, tampoco mezclemos churras con meninas.
ai. ya tienes el día suficientemente ocupado para que te molesten tipejos como estos.
creo que te tienen envidia. Por cierto tu periodismo es mejor
Permiteme que «te ponga en aviso» de que si respondes y te justificas ante cualquier ataque que te hagan, corres un gran riesgo de convertir esto en «salvame online».
Entiendo que molesta que intenten desacreditarte, pero quieras o no te has echo un hueco en el mundillo y eres «conocido» y eso te pasará siempre,…
supongo que ya lo sabias….
Algunos ‘periodistas’ están acojonados. Acojonados como el señor de 70 años que lleva haciendo campañas de marketing vía correo postal toda su vida y ve como un jovenzuelo envia unos ‘newsletter’ y le pasa la mano por la cara gastándose una mísera parte de lo que él.
Ven que su modelo de negocio, su modelo de vida, requiere dar un paso adelante, y tienen miedo. No conozco la razón real de ese ‘odio’ detrás de los tweets, pero huele a elitismo. Elitismo porque el periodismo pase a ser una herramienta en mano de todo el mundo y no algo al alcance de sólo unos pocos.
Si antes el poder residía en la posesión de todos los datos, contactos e información que podría tener una redacción de un medio, hoy en día todo eso está al alcance de un click. A una búsqueda de Google. Y algunos se desesperan.
Elwing, efectivamente y como muy bien creo que ejemplificas, eso está pasando en muchos ambitos,…, aunque algunas viejas glorias si parece que se estan «actualizando»…
Pues sí, Ignasi. Entre otros PedroJ: ayer consiguió ejemplificar a la perfección el ‘bien, o mal, lo importante es que hablen de ti’
Pingback: Respuesta de Galli a un periodista que no encaja una crítica
El que miente o difama, o provoca, lo hará igualmente, da igual el medio, al final internet no cambia nada, solo es un «medio mas», no hay nada que no hubiera antes,… (varian las cantidades las facilidades y los metodos, el contenido es el mismo)
Ay, Ramón Muñoz. Me tocó tratar con el en un par de ocasiones. Desde el primer momento se presentó como un prepotente perdona-vidas, y con una extraña relación con los Almeida…
Lo dicho, una pena de chaval.
Pingback: Las difamaciones del periodista Ramón Muñoz
Me parece que la telebasura se está trasladando al digital, espero que RM no replique en papel. Excelente el primer párrafo del CDN.
Buenas Ricardo,
Aún no conociendote en persona los que llevamos tiempo por la red conocemos perfectamente la funcion de meneame que evidentemente puede tener sus fallos como cualquier sitio online de dicho calibre pero sin duda es una pagina de referencia y de bastante utilidad por ello se te da las gracias.
A su vez y dado lo comentado anteriormente no creo que merezca la pena darle mas bola al amigo de adslzone creo que ya bastante hace uso de la publicidad gratuita buscada por polemica.. y por si eso no sale bien siempre puede contarnos lo maravilloso que es jaztel y lo bien que funciona (Evidentemente haciendo uso de su portal y cuatro borregos que le dicen amen a todo) para latigar al resto de compañia creando así su realidad alternativa de que su pagina es la mas visitada del mundo mundial adsl y que jaztel es una perita en dulce (Creo que cualquier persona que conozca un poco su web sabe perfectamente de que pie cojea el chico).
Algo que me tiene preocupado es el reciente cambio de chaqueta de nuestro amigo javier.. ahora la compañia de moda es pepephone que capta cada dia mas cuota de mercado gracias a sus tarifas conjuntas (Incluida ida de pinza cuando dijo en su pagina nuestro amigo que su web era el OMV con mas altas gracias a su tarifa) creo que no tiene ninguna licencia de OMV dicha pagina.. pero cualquiera le dice nada al chico que luego te tacha de hereje y topo de BA.
Un saludo y sigue a tu rollo que llevas muchos años haciendo un buen trabajo
cosa que no puede decir el pelele.
Tienes razón Ricardo, pero no hace falta que entres al trapo con estos temas. Un abrazo,
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