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En unas horas salgo para Madrid para debatir sobre democracia en la Innosfera. Pero antes de preparar el máximo de diez transparencias que me piden, para sólo cinco minutos de presentación (supongo antes del debate) quería estructurar un poco las ideas, para aprovechar al máximo esos pocos minutos.. Como al mejor forma de estructrarlas es escribirlas, es lo que hice, y lo que está a continuación. Por lo menos me ha servido para darme cuenta que debo resumirla aún más, esto es imposible de contar en cinco minutos 😦 (la presentación en PDF).
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Hay dos características básicas que nos dejó la evolución y que fueron claves en la evolución de nuestra civilización: el altruismo y el lenguaje. Aunque existe el altruismo en otras especies, fundamentalmente los simios, éste sólo incluye a sus parientes más cercanos; en cambio en los humanos tiene un alcance mayor, incluso a desconocidos. La aparición del lenguaje hace unos 100.000 años también fue clave en nuestra diferenciación con otras especies.
El consenso científico sobre la importancia del lenguaje es casi unánime, fue el que nos permitió transmitir nuestros deseos e intenciones. Al poder comunicar nuestras intenciones fuimos capaces de establecer objetivos comunes y trabajar colaborativamente. Toda la ciencia, conocimiento y tecnología que desarrollamos hubiese sido imposible sin esa capacidad de comunicarnos. El símil informático es muy adecuado: la comunicación es la que permitió la «computación en paralelo» en la sociedad.
A medida que desarrollamos nuevas formas de comunicación (la escritura, la imprenta, el telégrafo, el teléfono, la radio, la TV, Internet) nuestra organización social se hizo cada vez más compleja. Así nacieron macro entidades que parecen tener vida propia: democracia, política, religión, comunismo, capitalismo, etc. Es decir, la complejidad estructural de nuestra sociedad está ligada, es una consecuencia y también la realimenta, a las herramientas de comunicación.
Nuestro altruismo genético definió características fundamentales de nuestra organización social única y que incluso rompen con la reglas de la evolución natural o de nuestros «genes egoístas», como explica Richard Dawkins. Creamos nuevos derechos, defendemos la igualdad, protegemos a nuestros enfermos terminales aún cuando sabemos que van a morir, nos emocionamos o escandalizamos con el sufrimiento de personas que ni conocemos, y hasta practicamos sexo con toda la intención de impedir la reproducción.
Esta dos características: comunicación y altruismo hicieron que con el paso de los siglos tuviésemos una sociedad más justa, y que nuestro altruismo tenga fronteras más amplias. Esta característica es muy visible en Internet, hemos pasado de «sufrir» por el famoso creado por los medios -también un efecto de la comunicación- a personas con la que sólo conocimos y contactamos por Internet.
Los avances en la neurociencia nos descubren que no sólo importa el número de neuronas, sino también en el número y forma de conexiones entre ellas. Incluso algunos estudios afirman que las conexiones son más importantes que el número de neuronas. Lo bueno de estas conexiones es que cambian con nuestras experiencias, incluso cuando estamos en la fase REM del sueño el cerebro «explora» nuevas conexiones aleatorias. Las experiencias de una persona que participa activamente en las diferentes formas que permite Internet posiblemente genera nuevas y diferentes conexiones, por eso tu pareja te dice que no entiendes cómo puedes pasar tanto tiempo en Internet, o cómo puedes tener tanta confianza e intimidad con una persona que no has visto en tu vida. Fue un proceso de «aprendizaje por experiencia» que cambia nuestra forma de pensar (por ello estoy en contra de la diferenciación de nativos vs inmigrantes digitales).
La democracia es consecuencia directa de la complejidad de la sociedad (y sus comunicaciones), una forma de toma de decisiones colectivas transfiriendo el poder del pueblo a sus representantes elegidos. Pero tenemos un problema grave con la democracia, o dos.
La democracia representativa «moderna» se estructuró en partidos, los partidos se profesionalizaron hasta configurarse en organizaciones burocráticas cuyo último fin es su propio poder y supervivencia. Los ciudadanos son desplazados cada vez más de la participación real, hasta dejar sólo la del voto cada x años. Este voto es luego usado como carta blanca para los ganadores: «hablaron las urnas» es una frase recurrente en los políticos ganadores.
Además, los gobiernos democráticos se sustentaron en tres poderes en teoría independientes, más un autodenominado cuarto poder: el periodismo. Nos explican que este cuarto poder es esencial en democracia, sirve como órgano controlador de los tres poderes de gobierno. La realidad es bien diferente, si las democracias son pilotadas por los partidos, sus copilotos son los medios. Son los medios los colaboradores necesarios para definir el «consenso» artificial, también conocido como «opinión pública», sobre el que supuestamente se sustenta la legitimidad de las decisiones de los gobernantes. Con el avance de las tecnologías de la comunicación, desde los periódicos a la televisión, los medios se convirtieron en un cuarto poder muy poderoso. La «opinión pública» podía ser dirigida más eficientemente y de forma centralizada. De controladores del poder han pasado a ser cómplices necesarios del divorcio con la ciudadanía, sustentados en estrechísimas relaciones personales con sus «controlados», de trapicheo de influencias y de dinero público: el clientelismo.
Debido a la imposibilidad de participación en la toma de decisiones aparecieron los grupos de presión (lobbies) como una forma de influencia. Como es natural, los lobbies también se profesionalizaron, y los de más recursos se convirtieron en los más influyentes. Así pasamos gobiernos democráticos que debían rendir cuentas a sus ciudadanos a otros que sólo deben rendir cuentas a los lobbies. Se distorsionó el poder del pueblo en el poder del dinero. Este no es un problema español, es global y en algunos países más marcado (por ello Lawrence Lessig dejó su activismo de Creative Commons por la de luchar contra la corrupción política del dinero; como él cuenta, en sus años de activismo por una cultura más libre aprendió que no se podía luchar contra el poder del «dinero en malas manos»).
Decía que tenemos un segundo problema, muy español. Como explica el periodista Guillem Martínez, vivimos en la cultura de la transición (y como extiende Amador Savater, en el framework definido por esa cultura). Durante la transición se definió un modelo de democracia y organización política como si hubiese sido una fotografía intocable. Con el problema adicional que al momento de tomarse, la fotografía ya estaba desfasada respecto de otras democracias modernas: una organización que es casi federal pero que no lo es, una ley electoral que bajo el miedo de la ingobernabilidad impide que millones de votos obtengan representación, un gobierno que es de facto presidencialista pero formalmente es parlamentario pero en teoría independientes y, por supuesto, la definición de una continuista monarquía por una especie de miedo ancestral a ser otra vez una república.
Así, durante más de treinta años, cualquier idea dentro de ese marco era «aceptable», pero era totalmente inaceptable cualquier idea que saliese de ese estricto, inamovible y ya estrecho framework. Durante estos treinta años se configuró una partitocracia sostenido por los medios que se creaban y subsistían gracias a los partidos mayoritarios: subvenciones camufladas como publicidad institucional, subcontratas de producción en medios públicos, asignación de frecuencias, tráfico de influencias, etc. Estos medios fueron los que se encargaron de ser custodios del status quo y de que no se salga del marco de la constitución vía la creación de una opinión pública fabricada por ellos.
Cada cuatro años hay que elegir a candidatos de listas cerradas. Pero no se hace un análisis objetivo del cumplimiento de los programas electorales con el que se presentaron, sino que se recurre al miedo para mantener el balance de poder de los partidos mayoritarios: «cuidado vienen los rojos», o «que ganarán los fachas», o el «tú más». Cada persona emite su voto bajo esta presión política- mediática y no hay forma de rectificar o influir hasta las próximoas elecciones, donde se repetirá nuevamente la misma escenificación.
Pero las cosas empezaron a cambiar con Internet. Cada vez hay más gente conectada habitualmente (más de la mitad de la población según algunos estudios), la comunicación entre personas ya no la dirigen desde unos pocos centros, los mal llamados internautas empiezan a descubrir que lo que le transmitían desde los medios no era toda la realidad. Los fachas no muerden, los rojos no se apropian de tu casa, los antisistemas violentos no eran tan anti, ni tan violentos, y que no se despreciaba la política -al contrario, apasiona- sino que poca gente se sentía representada por sus políticos.
En los últimos tres años se empieza a romper el espejismo del milagro español por dos razones fundamentales. Por un lado la gran crisis económica mundial, por el otro la implosión de la burbuja inmobiliaria. Ambas provocan cinco millones de parados, un empobrecimiento general, familias desahuciadas por los mismos bancos y cajas (públicas) que estimulaban a tomar créditos de vértigo. La respuesta política fue al final «ceder al mercado». Pero el mercado es la suma de las transacciones económicas de las personas, en este caso no se trataba de eso, sino de la simple especulación de una ínfima minoría. Quedó claro que esa minoría tenía más poder que los supuestos portadores del poder popular, que ahora se escudaban en problemas incontrolables e imprevisibles.
En paralelo a esta crisis se suma el proceso irracionalmente antidemocrático de la ley Sinde. No era un problema nuevo, venía desde años atrás (llámese LSSI/LISI, canon digital, SGAE, red neutral, etc.) pero en este caso quedó bien en evidencia que se trataba de una presión de la industria de Hollywood y del poder de un lobby minoritario (y corrupto como se está demostrando) que aunque económicamente ridículo (la facturación sólo de Telefónica de España, en España, es veinte veces mayor a la suma de la SGAE, discográficas y cine español) tiene un inexplicable poder sobre nuestros gobernantes, de cualquier signo. Tanto poder que incluso a la ministra llega a manipular la historia descaradamente en uno de los periódicos más importantes, y nadie se escandaliza, ni los periodistas, ni el medio que lo publica, ni los historiadores, ni los cineastas que se suponen conocen un poco más la historia de su «arte». Tanto poder para que tres partidos de ideologías en principios tan diferentes se pongan de acuerdo para revivir una propuesta que ya estaba en coma profundo.
El sentimiento de no sentirse representado, la imposibilidad de participar más activamente en las decisiones importantes, la cesión del poder a una minoría especuladora, la manipulación mediática, la corrupción… todo eso suma para que gracias a otra forma de comunicarse sin intermediario acabe en el #15m, a pesar de los medios.
Claramente no sólo hay una crisis económica, también una crisis de democrática que necesita mejorar urgentemente si no se quiere correr el riesgo de generar otro estado de violencia social contenida (o no). El cambio fundamental tiene que ver con la representación y la participación. Nuestras herramientas de comunicación han evolucionado y cambiado. A la vez que permiten una comunicación más sencilla han aumentado la complejidad. Ya no se puede definir el «consenso» desde unos cuantos medios verticales, la gente discute y define sus propios consensos. Algunos de ellos eran muy claros, por ejemplo contra la SGAE y la ley Sinde, pero los partidos lo han ignorado y despreciado. En sus conexiones neuronales no cabe la posibilidad, no puede ser, tienen que ser sólo unos pocos gatos muy ruidosos.
Si el cerebro sólo piensa en estructuras anteriores, y toda la interacción es interna en la burbuja política que realimenta la misma estructura, es imposible que perciban que el mundo ya no es el que ellos han pretendido mantener desde sus endogámicas comidas y reuniones en oficinas y coches de cristales oscuros. De hecho, nuestro próximo presidente será una persona que lleva 30 años dentro de esos despachos y coches de lunas tintadas, a ninguno de ellos se le nota una predisposición a entrenar su cerebro en la nueva situación. Tampoco parece que estén muy convencidos de adaptarse -Rajoy ya está enviando mensajes negativos contra el #15m- el viejo modelo es más cómodo para ellos: ya habían aprendido, ya tienen las redes clientelares creadas, sus propios intelectuales que nos cuentan las bondades de la Constitución y las maldades de Internet.
Soy escéptico de que a corto plazo se logre una mejora sustancial sin una gran presión social, y aquí cabe nuestra responsabilidad como ciudadanos para no repetir errores pasados, por ejemplo ser co-responsables del bipartidismo, que desde 1993 no ha dejado de aumentar. Independientemente de ello, el #15m (y otras revueltas más intensas y sangrientas en otros países) ya han sido una «innovación»: han mostrado en las calles que los ciudadanos participan en la actividad política aunque no sean invitados, que no hacen falta líderes carismáticos y con el manual de propaganda ideológico bien aprendido, que no hacen falta los medios para interpretar o crear el «consenso», y que nuestras democracias están lejos de ser la democracia que deseamos, y necesitamos. Sobre todo si hay que volver a recuperar la soberanía que parece regalaron a los «mercados» cuyo único objetivo es la especulación.
Tendremos cada vez herramientas más sofisticadas, las estructuras sociales generadas serán más complejas y diversas. Lo importante para la democracia será construir una política que sea capaz de reconocer patrones de consenso en las redes, de aumentar la transparencia de la administración, y de fomentar la participación ciudadana, de recuperar el Parlamento como un sitio de discusión ética sobre la conveniencia de las leyes y no solo ejecutores sordos de los intereses de lobbies e intereses del partido.
La influencia del #15m hacen tener esperanzas de cambios a corto plazo que podrían ejecutarse desde la administración y partidos: ley de transparencia y modificación de la ley electoral. De la segunda poco puedo decir, es un tema muy complejo y que necesita muchísimo debate y acuerdos. La primera será importante y de efectos que se pueden observar de inmediato -si se cumple y se hace como se pretende-, dejará a disposición de todos una ingente cantidad de datos que podrían tratarse y dar información en tiempo real. Por ejemplo, antes de ir a un estreno (donde te ponen el anuncio que te tratan de ladrón) ya podríamos saber cuántas subvenciones recibió esa película, o cuanto recaudaron en taquilla otras películas del mismo director o productor. Sin duda obligará a un cambio de discurso y actitud de los cineastas. Pero en temas más relevantes, permitirá conocer con qué lobbies se reúnen los altos cargos, o cuál es la deuda de cada ministerio, o qué ayudas están recibiendo partidos, sindicatos y empresas. Para los programadores será una etapa muy divertida, y útil.
Hay otros temas que seguramente encontrarán una resistencia importante, aunque son fundamentales si se quiere mejorar la participación: referéndum para temas relevantes o de alcance municipal, y las Iniciativas Legales Populares (ILP). El primer caso es otra vez complejo, pero las ILP deberían ser mejoradas y simplificadas. Ahora mismo requieren de un costosísimo proceso de recolección de 500.000 firmas, y luego pueden no ser admitidas en el Congreso. Si tanto se promocionó el e-DNI, la misma administración debería dar el soporte necesario para la simplificación de ILP, y la obligación que esta sea debatida en el parlamento correspondiente.
Independiente de esas medidas que necesitan de la acción de legisladores, hay otras que podemos hacerlas nosotros. Por ejemplo herramientas que ayuden a detectar y medir consensos en temas importantes, o intentar minimizar los efectos de la polarización de grupos, que favorezcan el debate y el disenso, evitar la creación de miles o millones de cámaras de eco aisladas de las demás, etc. El #15m también demostró que, como mínimo en determinadas circunstancias, hacen falta urgentemente herramientas específicas y especializadas para «asambleas virtuales» en la discusión ciudadana. Así se evitaría esa especie de divorcio que se generó entre las asambleas de las acampadas y los barrios con el debate en la red (ya hay grupos trabajando en ello). Si tuviésemos mecanismos ciudadanos de consenso en temas específicos, estos podrían ser usados para movilizaciones e incluso para formular y consensuar ILPs.
Sea como fuese, el #15m ha marcado un hito, y ha puesto en marcha otra vez un proceso natural, los cambios derivados de nuestras nuevas formas de comunicarnos, que ha sido detenido e ignorado durante décadas. No creo que se pueda seguir frenando, al menos no por mucho tiempo, porque el voto cada cuatro años como única forma de participación ya no sirve, ni lo aceptamos. La alternativa al inmovilismo será una sociedad que ya no crea en la democracia.
Gracias por las reflexiones. Me gustaría destacar aún más los dos modelos, continental y americáno de revolución. La aparición del partido como secta salvadora es comunista, stanlinista, y es un mecanismo atroz de dominación, en el contienente. La criticas a los paartidos como burocracia no es tan continental como yanki. Aquí los partidos han sido los motores de revoluciones de masas ya sea por una clase social, una raza o una nación.
Quizás ya conoces a este grupo de gente, si no, echale un vistazo, es una idea inteligente y elegante, que no requiere ningún cambio ni por parte de los partidos, ni las instituciones. Con esto llegariamos a una democracia real de forma secuencial, natural y no traumática: http://democracialiquida.es o quizás esa es mi utópica forma de ver las cosas 😉 pero estoy convencido de que es la correcta. Un saludo!
Parece que el autor del blog solo dispone de tiempo para intentar mejorar la mitad de los paises de los que toma parte, aunque me temo que la otra mitad tiene más necesidad de soluciones e ideas.
La transición española (1974 – 1978), que por el tiempo algunos solo conocen de oídas, se hizo muy mal:
1) Se introdujo un sistema de cómputo de votos que permiten a pequeñas minorías nacionalistas secuestrar el parlamento y tener a los gobiernos cautivos a la par que exigen desigualdades entre los ciudadanos para favorecer exclusivamente a sus afines.
2) No se definió el modelo de estado, por lo que ha sido un objeto de debate y regateo durante más de 30 años. El resultado es que poderosos lobbys nacionalistas y regionales han montado negocios con una estructura que nada tiene que envidiar a la mafia italiana.
En mi opinión se ha de modificar la constitución para hacer el estado central más fuerte, más barato y más igualitario. A mi me parece, justo, logico y deseable que parte del dinero de mi región vaya a otra, lo contrario sería justificar que como yo gano más que la media es indispensable que mi casa sea un estado independiente el cual gestiona todos sus recursos.
Yo no veo viable un parlamento asambleario, por lo que no soy partidario de la atomización del parlamento. ¿alguno ha asistido alguna vez a una reunión de vecinos en una comunidad grande? En este sentido veo bien que se ponga una vaya bajo la cual un partido se queda fuera, es necesario. Si modificaría el hecho que los votos de formentera tengan más valor que los de Madrid o Barcelona.
El gobierno no debe ser chantajeado por las minorías, por lo que debería disponer de votos adicionales que les garantizasen la posibilidad de gobierno. Tampoco estaría mal que los pactos entre partidos se sometieran a votación en segunda vuelta. Todo eso ocurre en Francia, un pais con bastante tradición democrática.
Conseguir una independencia de poderes es una utopía, pues todos tenemos afinidades políticas. Pretender que pequeños grupos mediáticos no generen opinión es tambien ilusorio. Los medios definen nuestra opinión, es un hecho. Una prueba de ello es el distinto trato de la ciudadanía a la guerra de Iraq y la guerra de Libia. En esta segunda no hay amparo de la ONU para que nuestros aviones bombardeen objetivos de ningún tipo.¿alguien dice algo? ¿lo dirían si el presidente fuese de la gaviota?
A los tres poderes, a la prensa habría que añadir también a sindicatos, que no son más que organizaciones privadas que viven del dinero público y que son afines fundamentalmente a dos partidos políticos, casualmente de izquierdas y cuya misión parece agitar la opinión.
El problema de nuestra constitución es que la transición estuvo tutelada por las bombas de numerosos grupos terroristas amparados bajo el paraguas de algunos partidos supuestamente democráticos y con una izquierda revanchista y revolucionaria con nulo deseo democrático subvencionada desde la URSS.
Como esas circunstancias no existen es cierto que se hace necesario una revisión de la constitución.
El movimiento 15M del que tan orgullosos se sienten algunos es un tremendo paso atrás, una vuelta al pasado no democrático que solo tienta a niños, ignorantes y vagabundos ideológicos en general.
Por cierto, los fachas si muerden, los rojos si se apropian de tu casa, los antisistema son muy violentos, …. es su naturaleza. Hay numerosos ejemplos que así lo atestiguan. Sino lo hacen, es porque enfrente tienen un estado democrático que se lo impide.
Resumiendo a Miguel: necesitamos un gran partido, centralismo del Estado, eliminación de sindicatos y una enorme patada al 15m y esas patochadas ciudadanas. Arriba España!
Alguna vez le comenté que soy crítico a la visión reduccionista de Dawkins, a mí me hace más sentido la visión holista del fenómeno altruismo-egoísmo llamada cooperación, la cual es la estrategia que se adapta su juego en respuesta al juego de su oponente, más conocida como la estrategia «ojo por ojo».
Un científico que creo apoya esta visión complementaria a lo que postula Dawkins es Francisco Varela: «…. Un fenómeno de creatividad inmanente a la genetica y a las capacidades de desarrollo de un grupo animal, enormes recursos en la cooperatividad, eso creer que la evolución es una pelea, de la sobrevivencia del más apto, bueno cada vez hay más evidencia, que la sobrevivencia del más apto, es el que es el más apto a cooperar …»
Saludos
PD: Disculpe por no poner enlace a la cita que hago referencia, pero tengo malas experiencias con los filtros de spam.
Pingback: ¿Mejorar la democracia?
¿Altruismo genético en el ser humano? ¿Qué es tal cosa? [citation needed] y todo eso.
¿Cita? El primer enlace es uno.
Gallir, si a mí me invitaran para allá te cedería mis cinco minutos…
Miguel, sí se definió un modelo de estado, lo que pasa es que nunca se llegó a aplicar la constitución. Lo que nos ha faltado es un modelo de separación de poderes y una persecución penal contra el poder político a partir de la ley de partidos compatible con las espectativas constitucionales. Eso es lo que faltó – a mi juicio – sólo eso, sustancialmente.
Javier, comparto, de hecho, tu único detalle contra Gallir: Dawkins pretende defender que estamos determinados por el adn; cuando el adn podría estar determinado por los flujos eléctricos que circulan en él. La replicación, de hecho, puede estar sujeto a una subjetividad controlable por el medio. Y eso no lo explica en su famoso libro (como que los hijos pueden tener un sistema inmune mejor que el de los padres, o influído por las circunstancias paternas). Son las preocupaciones del «otro» adn, el periférico.
A mi juicio la maldad y los vicios provienen, como también explica Gallir con otro enfoque, como reducto de la evolución y la desvinculación con la realidad que se vive. Es decir, a nuestros políticos le faltan el adn periférico que provoquen que su sucesor dependa de las circunstancias que se vive.
Otro detalle, y me vais a disculpar la crítica: esperaría más fórmulas que una descripción de la realidad. Algo así como lo que permita redactar unos estatutos laborales, de funcionarios, etc. A mi juicio tu brillante intervención, Gallir, sólo servirá para reflejar algo con lo que todo el mundo estará de acuerdo. Entonces, ¿para qué debatir?
http://ideaschile.wordpress.com/2011/07/08/cambio-de-paradigma-relacion-mente-y-cuerpo/
http://ideaschile.wordpress.com/2011/07/08/cambio-de-paradigma-relacion-mente-y-cuerpo/
(última pregunta)
No vale. Es un estudio aislado con puntos oscuros criticados con posterioridad (sobre todo por Keith Jensen) que aborda un tema, el del altruismo, muy investigado desde principios de los 70 y en el que hay conceptos claros que disfrutan del consenso científico (aunque hay puntos todavía pantanosos): el altruismo (entendido como conductas perjudiciales para la eficacia reproductiva de un individuo en benefcio de la de otro) solo puede ser una estrategia evolutivamente estable cuando su aplicación se limita a ámbitos donde se mejora la adaptación inclusiva del individuo (como en la selección de parentesco, el altruismo recíproco y, en algunos casos límite, la selección de grupo). El altruismo biológico no se extiende más allá de eso y, desde luego, no se extiende a toda la especie.
Lo digo porque haces un uso muy liberal de un concepto biológico bien establecido y lo extiendes con demasiada ligereza a su uso, digamos, coloquial-cultural-moral, para luego postularlo como base de nuestra organización social y civilización, sin el necesario razonamiento o bibliografía que lo sustenten.
Para terminar, no es cierto que exista altruismo «fundamentalmente en los simios». El altruismo (biológico) es algo observado de manera más o menos común en todo el reino animal. (Por otro lado, no entiendo por qué citas un estudio que sugiere un comportamiento altruista en chimpancés hacia otros chimpancés no emparentados para, acto seguido, decir: «Aunque existe el altruismo en otras especies, fundamentalmente los simios, éste sólo incluye a sus parientes más cercanos en cambio en los humanos tiene un alcance mayor, incluso a desconocidos»).
Un saludo.
Pingback: Innovar la democracia « xmunch.com
@julpo
Pongo un enlace sólo como referencia. Es muy fácil encontrar referencias, por ejemplo buscando altruism genetica. Te encontrarás con articulos básicos introductoriis como http://www.scientificamerican.com/article.cfm?id=is-altruism-a-genetic-trait
http://www.world-science.net/exclusives/060529_altruism.htm
Lo que no tiene sentido a estas alturas es exigir que te den los enlaces y quejarse porque no gustan. Tampoco tiene sentido negarlo cuando la ciencia trabaja sobre ello como una hipótesis altamente probable (to say the least).
@gallir
¿»Artículos básicos introductorios» a qué? ¿A que el altruismo en humanos tiene base genética? ¿Toda forma de altruismo o solo algunas? ¿A que es compartido con los chimpancés? ¿A que este «altruismo genético»es la base de nuestra organización social? ¿De una concreta o de todas nuestras formas distintas de organización social? ¿De que cuidamos a los enfermos y nos da pena el sufrimiento ajeno y pregonamos los derechos igualitarios por nuestro altruismo genético?
Sé más específico, porque el que hace saltos lógicos con pértiga eres tú y, entre verdades a medias y afirmaciones extraordinarias, has construido un discurso que carece del sustento adecuado y aborda temas que se deben tratar con rigor y pies de plomo.
Ninguno de los dos enlaces que proporcionas ahora es introductorio a nada de todo esto. El primero es un artículo de una revista divulgativa escrito por psicólogos y que cita precisamente al criticado trabajo de Warneken con chimpancés. El segundo habla de un estudio sobre eusocialidad en algas por selección de parentesco que no tiene relación alguna con el altruismo en humanos. En cualquier caso, ninguno de esos enlaces sugiere el determinismo biológico que asumes para la organización social humana.
Por ejemplo, el paper fundacional de Trivers, 1971, sobre altruismo recíproco, sí es introductorio. O una búsqueda de «nature versus nurture» en Google. Aconsejo empezar por ahí para saber qué dice «la ciencia» sobre el tema.
En fin, que no es que no «me gusten» los enlaces que pones. Es que, ni son significativos dentro del consenso científico, ni dicen lo que tú dices que dicen. En el primer caso, el estudio de Warneken, de hecho, contradice justo lo que dices a continuación de citarlo, como te indiqué en mi comentario pero soslayas en tu respuesta.
Construir un razonamiento engarzando conceptos de campos poco solapantes como la biología evolutiva, la neurología y la ciencia política es un ejercicio de todología bastante arriesgado si no se conocen bien la materias, como creo que es tu caso (to say the least).
Cuando yo leí el artículo de Gallir no me dio la impresión de que pretendiera dar explicación de dónde proviene el altruísmo desde un punto de vista científico, sino de una manera satisfacible socialmente. Si le exigimos a Gallir que muestre una documentación tan rigurosa, luego también deberíamos reclamar algún premio nóbel en biología en su nombre…
No sólo no es para tanto, sino que además considero que los enlaces inducen a pensar que podemos darle un cierto margen al asunto para pensar de esa manera.
A propósito, no en todos los animales hay altruismo: en los reptiles prevalece la lucha. Así que me temo, Julpo, que deberías morderte un poquito la lengua: porque es bien sabido que la parte límbica de nuestro cerebro mamífera es la que se asocia con el altruísmo…
Bajemos los humos, que este artículo no era de biología.
gallir: mi intención es complementar el tema, porque encuentro muy válido tu análisis en los otros aspectos, pero noto de alguna forma incompleto hablar sólo de altruismo y lenguaje, pues claramente la competencia es una estrategia aceptada en nuestra sociedad y no la nombras. Los seres humanos tenemos el sentido de la justicia, que es «el sentido de equilibrio» entre competencia y altruismo, la estrategia que aplica este sentido es la cooperación y gracias al lenguaje somos capaces de lograr un acuerdo y estar por sobre el dilema del prisionero.
Dado que cita al instituto Max Planck, hay experimentos muy interesantes{1} que ellos han hecho en chimpancés y bonobos, siendo estos últimos los que tienen el sentido de la cooperación más desarrollado.
Saludos
{1} http://ideaschile.wordpress.com/2009/12/27/cooperacion-en-la-naturaleza/
A mí lo que me parece es que Gallir tenía que hacer una conferencia de 5 minutos, le ha salido una de…, ¡a saber! y ahora se le está demandando que desarrolle un tema que no son ni mucho menos los pilares de lo que defiende…
Por otro lado, Javier, no veo tampoco dónde se demuestra que el hombre tiene un «sentido de la justicia»; porque si es así también tendremos que admitir que podríamos anteponernos a nuestro determinismo genético y quitarnos estas absurdas monsergas sobre si el altruímo tal o cual.
A mí todo esto se me antoja como una cortina de humo.
Perdón metí la pata con la nomenclatura de la cita 2 veces.
Sobre el control del poder por lo partidos politicos (y los medios que usan), esto http://www.bajauncambio.com/2011/07/los-11-principios-de-la-propaganda.html llego a mi reader hace unos dias…
No he comprobado que sea cierto, pero tiene sentido…
Ah! se me olvidaba. Tambien se esta trabajando en un sistema de votacion que puede terminar con las elecciones cada 4 años, si se llegara a adoptar… http://www.securitybydefault.com/2011/06/agora-ciudadana-el-parlamento-virtual.html
El equivocarse es proporcional a la existencia de un «sentido de justicia», yo también lo he hecho hace poco… Es propio del que usa el lenguaje y se trastorna con el sentido (el proceso de unificación).
Lo único que quise decir en su momento es que no debemos desplazar el tema a un problema biológico obligando a documentarse en algo que no tiene tanta correlación con el tema primordial: el cambio del sistema democrático.
Intentando volver…, sí es cierto que creo que la consciencia social nos empuja a todos (humanos y resto de animales) a interpretar un sentido de la justicia (como cuando una loba decide amamantar a una cría humana), el gran poder de una democracia reside en el afán de cada uno de actuar por su cuenta (el paralelismo mencionado por el artículo) y eso hace que la sociedad pueda evolucionar con una cierta sincronía (como cuando los lobos salen de caza haciendo la técnica de la pinza).
Pero también hay jerarquía militar en los lobos – eso es lo que dan de comer.
Pingback: Tomates, propiedad intelectual e “ignorar la opinión pública” « Ricardo Galli, de software libre
demula, has tenido muchos «huevos» para poner ese link
http://www.bajauncambio.com/2011/07/los-11-principios-de-la-propaganda.html
Pero me gusta tu estilo, y creo que tienes razón: sería bueno enfocarlo en base a cómo debería de ser el sistema para evitar esos principios que SÍ se APLICAN y desgraciadamente FUNCIONAN:
He aquí una fórmula.
1. Contra la simplificación. Debe desaparecer el término un hombre / un voto y pasar a un individuo / una idea. Formas de referendums como sistema de participación principal.
2. Contra el contagio. Debe de defenderse la aclaración: no vale decir que un partido defiende unos estereotipos por ser de izquierdas o derechas. Se debe perseguir al que insiste en el estereotipo por encima de la aclaración.
3. Contra la trasposición. Censura a la hipocresía. No puede tener opinión el que se demuestre hipócrita: que busque a otro que defienda sus ideas, porque éste no tiene capacidad para manejar esos conceptos.
4. Contra la exageración. Derecho a la literalidad. El que cobra por hablar no puede opinar en balde: tiene que saber decir y cómo. Debería ser, por tanto, perseguible el político que insinúe algo que no puede saber – pues eso ya es mentir.
5. Contra la vulgarización. Cualquier decisión adoptada por el Gobierno debe ser garantista de conseguir una mejora cultural y un afán de defender tales principios con respecto al estado actual o, al menos, nunca irá en su detrimento.
6. Contra la orquestación. El debate público debe hacer uso de la propaganda en ausencia de debate, a modo de conclusión, pero nunca como medio de argumentación.
7. Contra la renovación. El debate público debería hacerse por escrito y nunca bajo formato televisivo en directo. Mediante un sistema de foros, o un sistema de entrevistas televisivas pueden confrontarse las ideas indirectamente con la misma calidad que si se ven cara a cara.
8. Contra la verosimilitud. Toda ley aprobada debe de ir acompañada de un ámbito que, de no documentarse correctamente, jamás podría dar por válida la ley. Asímismo, cualquier argumentación presentada debe al público debe de ir acompañada de una correcta referencia para que indirectamente se tenga la oportunidad de contrastar la información.
9. Contra la silenciación. Todo formato de debate debe incluir un mecanismo de captación de cuestiones, que deberá utilizarse para recordar al aludido qué es lo que tiene derecho a responder y, en cuanto a que calle, el deber del moderador sería ponerlo de mafiesto.
10. Contra la transfusión. La defensa de la superchería, teoría de la conspiración o formas frívolas de trato deberán ser objeto de aclaración desde un punto de vista objetivo.
11. Contra la unanimidad. Debería de perseguirse a los medios que exponen sólo una parte de la información para defender una postura que dicen que es política – las noticias tienen que tener carácter piramidal en importancia – las opiniones deben englobar todas las perspectivas antes de cuestionarlas, nunca ignorándolas. Oficializar perspectivas diferentes para obligar a los medios a definirse no hacia un partido sino a una perspectiva reconocida sería una forma de obligar a los columnistas a no poder censurar.
Un saludo. No volveré a escribir algo tan largo.
Pingback: Arquitectura de sistema complejos « Desarrollo de ideas y proyectos para mejorar la calidad de vida en Chile y el Mundo.
Muy interesante y muy trabajado. Lo hemos compartido en nuestro blog, espero que no te importe.
Un saludo,
Queremos Más
(Las ideas no se desalojan)
Llego un poco tarde, pero como dice el dicho…
Quiero resaltar un punto de la presentación en el que creo que estás confundio:
«Independencia – evitar efectos manada»
En una manada existe independencia, aunque haya una dependencia aceptada. Un individuo de una manada puede actuar con libertad dentro de las reglas de la manada, puede intentar desbancar al lider natural, puede separarse e intentar crear otra manada, puede escalar posiciones. Estas confundiendo manada con rebaño, éste ultimo no dispone de la independencia de la que hablas, ya que los individuos no pueden plantearse abandonar el rebaño o separarse para montar el suyo propio, únicamente pueden disfrutar de los «privilegios» que les permite el pastor.
Y opino como @Julpo, ya que si hablas de altruismo y de evitar efecto manada te estas contradiciendo. Porque esa evolución de la que hablas se inicio por la reunión de individuos para formar una manada o grupo. El vivir en grupo produjo en la evolución el desarrollo de las neuronas espejo, que nos sirven para entender mejor al projimo y sus «movimientos». El altruismo es la suma del individualismo y la empatía: nos ponemos en el lugar del otro y como querríamos obtener ayuda, y esto nos hace actuar «altruistamente».