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Modifican tres leyes, hasta una Ley Orgánica (pero no la que tocaba, la de «propiedad intelectual») para quitar autoridad a los jueces, con prisas, metida a hurtadillas y forzada en una Ley de Economía Sostenible. Con apoyos contra natura de partidos que decían no iban a apoyarla. Aunque la literalidad de la ley dice otra cosa –puede afectar a cualquier sitio web–, ellos aseguran que sólo es para 100 ó 200 sitios webs que se lucran del trabajo de los autores. Sí, así hacen e interpretan las leyes, por la «buena voluntad» del ministro que la propone.

Una aberración, pero aquí no pasa nada.

Incluso en el caso que la buena voluntad fuese creíble y aceptable, si existe el problema por el que se legisla recortando derechos y competencias –de ciudadanos y de jueces–, el gobierno está obligado a informar. Para que nos enteremos y podamos discutir con conocimiento del problema.

Pero no han dado nada de información, ni cuáles son los sitios, ni cuánto es la estimación de lo que ganan, ni siquiera explican que enlazan a sitios extranjeros no afectados por la ley. ¿Alguien tiene esta información? ¿a nadie se le ocurrió que siendo la base para modificar tantas leyes deberían haberla publicada?

No, y no pasa nada.

Además de las legiones de pseudo artistas e intelectuales que escriben en grandes medios tratando de ladrones, proxenetas, fascistas, piratas, dictadores a esos «cuatro friquis», es la propia Ministra de Cultura la que da por buenos estudios inventados por los lobbies interesados, y para rematarla, miente y manipula la historia.

Sólo por eso ya debería ser un escándalo y haber rodado cabezas. No pasó nada.

Aún más, la ministra, la responsable de llevar a cabo esta operación, es parte del lobby al que le interesaba seguir recortando derechos en Internet para mantener sus presuntos negocios. Aunque esa industria, la música y cine sumados, no llega ni a 500 millones de euros de facturación anual por ventas de álbumes y taquilla (como 8 veces menos que los ingresos de PRISA, por ejemplo). No puede ser sólo eso ¿no?

Hay más.

Era sabido desde hace años que el gobierno norteamericano, a la sazón presionado por el lobby de Hollywood, presionaba a España (como a todos los países) para que promulguen leyes más restrictivas. Los cables publicados por Wikileaks dejan bien claro, y objetivamente, que esas presiones existían y eran atendidas por el gobierno español.

Por supuesto, el gobierno español no da ninguna explicación sobre eso, como si no hubiese existido. El PP y CiU ni comentan sobre ello, tampoco preguntan.

Tampoco pasó nada, no rodó ninguna cabeza.

Luego firman un pacto anti natura con un PP que afirmaba pocos días antes que no iban a aprobar la ley. Pocos días después Gonzalez Pons vuelve a decir que ellos están a favor de la libertad en Internet. Con toda la cara.

El Conseller de Cultura de la Generalitat es un ex-idem del PSC, Delegado de la SGAE (también en diversos patronatos de «cultura», de la industria audivisual, y delegado por Barcelona en el polémico y carísimo Fórum de las Culturas 2004) que ahora pasaba a formar parte del gobierno de CiU en diciembre de 2010. Como para no sospechar que la intención era apoyar una ley como ésta, con estos medios. Era obvio para CiU que iba a tener un coste electoral. Entonces la propuesta fue «o lo aprobamos los tres y pagamos por igual, o nada». Así surgió ese pacto contranatura que revivió la ley.

Pero todavía hay gente que justifica la ley, bajo no sé qué preceptos legales –no los hay–, o democráticos –menos aún–. Insisten en el argumento «vaya estupidez empezar este jaleo por esta tontería». Sí, estas «tonterías» que acabo de relatar. No deben acordar que llevamos con estos temas más de 10 años: la SGAE (ahora según la CE es un monopolio injustificado), el cánon, el cánon digital (ahora ambos considerados ilegal por la CE), las patentes de software, el software libre (prometido y traicionados por ambos partidos), el ACTA, la Red Neutral, y ahora la ley Sinde. En todos pasó lo mismo, el PP y PSOE se oponían cuando eran oposición, y lo aprobaban cuando eran gobierno.

Pero aquí no pasa nada, siempre hay excusas. Somos los ciudadanos los que tenemos que dar explicaciones y rendir cuentas hasta el mínimo detalle, de porqué creamos y divulgamos una idea. Aunque lo hicimos contando hasta detalles casi íntimos, seguirán a lo suyo, sin pedir cuentas a los que deben darlas.

La última, por ahora.

En la «Escuela de Formación Política «Juan Carlos Rodríguez Ibarra»» del PSOE aseguran que «esto de la ley Sinde es sólo un epígrafe de la Ley de Economía Sostenible». Sí, métela de «rondón» y úsalo luego como virtud. Pero no se queda allí, se inventa que creamos un «Partido por la Democracia», que pretende enseñarle qué es libertad a ellos, que llevan más de 130 años defendiéndola [sic], que la intención es provocar la abstención… y que seguramente estamos liderados por Rajoy.

Más mentiras y manipulaciones de los que, en esta pocilga del bipartidismo, lo han convertido en su forma de política. La de mantener el poder a cualquier precio, incluso mintiendo descaradamente sobre las actividades políticas de miles de ciudadanos que están perfectamente documentadas y explicadas.

Lo que hay que aguantar por disentir y hacer el mínimo de política, asqueado de presenciar durante más de 10 años cosas como las que acabo de relatar.

Pero vale la pena, para ir despejando dudas de cómo están las cosas.

PS: Y no hablo de otras decenas de razones diferentes, estas son las que mejor conozco. Las demás, tú mismo.