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Hace unos meses escribí un tweet provocador en varios sentidos, uno de ellos para mostrar lo poco que se conoce de conceptos básicos de estadística. Decía algo así:

Recordad, la mitad de la gente tiene menos inteligencia que la media.

Como era de esperar, recibí cientos de respuestas con insultos por ser tan «borde y gilipollas», aunque sólo estaba dando una definición técnica, en particular sobre el [controvertido] IQ (o cociente intelectual, donde se suele tomar 100 como la media).

Como también era de esperar, algunas respuestas eran del tipo «bueno, en realidad deberías decir mediana, no media». Esta gente conoce mucho más de estadística, al menos lo que le enseñaron de los libros de texto. Pero se olvidaron de relacionar un par de conocimientos que seguro poseen: para las características humanas -como en el IQ- se usa la Distribución Normal, y que en esta distribución la media es igual a la mediana (y a la moda).

Es un ejemplo bastante extremo de lo que ocurre cuando la gente se enfada por desconocer de estadística, y también de las correcciones cuando intentas hacer una broma, ironía, sarcasmo… siempre aparece alguien con un bueno, realmente, sin tener en cuenta las limitaciones del medio, ni que para que una broma surta efecto debe ser suficientemente corta y fácilmente comprensible.

Los informáticos, e ingenieros en general, somos muy pesados con este tema. También yo.

Por eso cuando leí Well, actually me reí mucho y me hizo reflexionar, explica claramente por qué sómo personas socialmente inadaptadas. Pasé el enlace por Twitter varias veces, una amiga me dijo que no entendía bien el inglés, así que a ella dedico  la siguiente traducción.

Bueno, realmente

(traducción del original Well, actually de Miguel de Icaza)

Por qué no te enrollas con nadie

Como programadores de software, desarrollamos hábitos que nos permiten construir productos que funcionan y no fallan en situaciones extremas. Cada programador conoce lo que es un error off-by-one [nota: un error amplificado por una mínima diferencia inicial] y, como Karate Kid, nos entrenamos duramente para evitar estas trampas. Aprendemos cómo evitar esos y otros errores similares y ampliamos nuestras habilidades para detectar errores lógicos.

A medida que maduramos como desarrolladores, el encontrar errores lógicos y soluciones incompletas se convierte en nuesta forma de vida. Es lo que nos define.

Pero nuestra fortaleza como ingenieros es también nuestra debilidad social. Te encontrarás incontables veces interrumpiendo a alguien que cuenta una historia, una anécdota, o una broma, para corregirle una suposición errónea, explicar una evidencia que el narrador pasó por alto, dar una perspectiva más general del problema, o señalar que las premisas de la broma son erróneas.

Puedes identificar este comportamiento porque la persona que interrumpe normalmente comienza su frase con «Bueno, realmente…».

Cuando era niño pensaba que esto era una ventaja. Sabía un poco más que mi hermana. Cada vez que ella decía algo, yo intervenía rápidamente con algo como «Bueno, en realidad, el origen de la palabra Shih Tzu es «Perro león» y no tiene nada que ver con los patrones digestivos del perro».

Sí, yo era una persona muy divertida para pasar el rato.

De niño me preguntaba como era posible que mi hermana hiciese amigos tan fácilmente, mientras yo no podía. Me tomaría años descubrirlo. Ahora, como un servicio público, compartiré contigo, mi estimado amigo friqui, lo que aprendí.

Cualquiera que usa el bueno, realmente casi siempre desvía la conversación hacia él. Repentinamente ya no estamos siguiendo la broma de tu amigo, sino que debemos aprender lo mucho que conoces sobre las limitaciones de la escala del Factor de Protección Solar de algunos bronceadores.

Lo estás haciendo mal

Como un ingeniero experimentado, necesitas aprender a controlar tus impulsos. Habiendo tratado mi propio problema bueno, realmente, puedo astestiguar que si mejoras este comportamiento social incluso podrías enrollarte con alguien.

Las bromas son divertidas porque nos sorprenden. Pero una broma deja de ser divertida si tienes que presentar un documento de 30 páginas explicando cada pequeño detalle. Un bueno, realmente hará que tus colegas abandonden inmediatamente la conversación del café y escapen hacia la pacífica soledad de sus ordenadores.

Rango de acción

Puedes encontrar tíos bueno-realmente a tiempo completo en persona, o monitorizando cada uno de tus chistes en Twitter.

Aún los bueno-realmentistas más rudimentarios son capaces de echar a perder el mejor material de Ricky Gervais.

Twitter es un medio limitado a 140 caracteres por lo que es como el sofá a los gatos para los capullos condescendientes. No pueden resistir la necesidad de apuntar los fallos lógicos en tu comentario minimalista.

Esto es un problema para aquellos que nos gusta twittear cosas que nos divierten, o que encontramos divertidas. El miedo a una avalancha de correcciones chorras por un detalle omitido puede llegar a ser paralizante.

Cómo tratar a los bueno-realmente

Los bueno-realmente quieren participar en la conversación tanto como cualquiera. Quieren ser apreciados.

Pero en vez de descojonarse con los chistes y participar en una lluvia de ideas y explosión de humor, contribuyen con interrupciones, hechos y detalles que simplemente detienen la producción de energía del hilo. Desvían el centro de atención hacia ellos.

Los bueno-realmente tiene buenas intenciones. Desean ser queridos, simplemente no se han dado cuenta de que están socavando su propia búsqueda de amigos.

Si eres un bueno-realmentista sagaz deberías entender que no eres más listo. Se necesita más inteligencia para construir una broma, contar una anécdota divertida o narrar una historia apasionante de la que hace falta para ser quisquilloso.

No estás impresionando a nadie con tus detallados conocimientos enciclopédicos obtenidos pasando horas y horas en Internet. Sólo haces que los de tu alrededor se den cuenta que eres tan divertido para compartir una comida con un saco de mierda ardiendo.

Aquellos que estamos en el extremo receptor de un bueno-realmente debemos  iniciar una campaña de sensibilización para curar esta enfermedad. Tal vez con Twibbons. A diferencia de muchas enfermedades, este programa de sensibilización producirá la curación.

Si bien ser técnicamente correcto es la mejor forma de corregir, no te das cuenta es que mientras disfrutas el triunfo de tu bueno-realmente, los que te rodean tienen la secreta esperanza de que te ahogues en un cubo de pollas.

Soluciones prácticas

En nuestras oficinas tenemos muchos ingenieros talentosos que un momento u otro interpondrán un correcto bueno, realmente en el momento equivocado.

Ya somos plenamente consciente de esa enfermedad social y nos esforzamos para evitarla. Cuando alguien interrumpe una discusión con un bueno, realmente alguien dirá:

¿Acabas de bueno-realmentarme?

Es básicamente una manera de decir «Eso no tiene nada que ver con el tema, pero gracias por descarrilarnos», sin tener que entrar en detalles y perderse por la tangente.

Este es un buen primer paso. En nuestro caso tenemos copias impresas de Ok, It’s Time To Explain Some Stuff Patronizing Douchebag Trollcat en dos tamaños: un gato bueno realmente en tamaño completo, y uno más pequeño que se entrega como premio a la interrupción más gilipollas.

En Internet, puedes intentar apuntar al capullo condescendiente a este apunte. Si no tienes paciencia, sólo clica en el botón «block» en Twitter.