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Alguien que tenga los mínimo conocimiento de mecánica sabe que el fundamento del funcionamiento de un motor térmico de pistones. Las altas temperaturas de la explosión del combustible provocan diferencias de presión que son las que generan las fuerzas que mueven a los pistones, luego el cigüeñal transforma ese movimiento lineal en uno circular. De esta breve descripción ya se puede deducir que a mayor diferencia de presión, mayores fuerzas y por lo tanto más torque y potencia. También se intuye que gran parte de la pérdida de rendimiento puede venir de las fugas de la presión entre la parte en contacto del pistón con el cilindro –los aros + capa de lubricante–, de las pérdidas de temperaturas y de la transformación del movimiento lineal en uno rotacional –hay grandes aceleraciones–.

Pues bien, la Oficina de Patentes Española aceptó la patente de un método inventado por jubilado que viola las leyes de la termodinámica. Pero aún así el invento salió en «medios serios» [sic] como La Vanguardia o Público.

Cualquiera que haya conducido un coche relativamente moderno sabe perfectamente que tienen sensores de peso en al menos los asientos delanteros. Si el coche sobrepasa una velocidad mínima de pocos kilómetros por hora empieza a sonar una alarma muy molesta que no cesa hasta que te pones los cinturones. Los fabricantes de coches podrían haber optado por métodos más radicales como no dejar poner en marcha el motor, pero eso sería bastante molesto para alguien que sólo va a mover el coche unos metros, por ejemplo.

Sin embargo otro avispado jubilado obtuvo una patente tan innovadora que salvaría montón de vidas. Un dispositivo que «percibe» si alguien ocupa los asientos y no deja poner en marcha el motor. Es muy novedoso, y por eso también sale en la prensa.

Creo que ya está claro el método para tus quince minutos de fama.

Requerimientos: Estar jubilado, vivir en un pueblo preferentemente de alguna comunidad autónoma «histórica».

Procedimiento:

  1. Describir algo obvio que no se use por otras razones, que viole leyes físicas fundamentales, o que incluya un palo o vara.
  2. Presentar el invento a la Oficina Española de Patentes.
  3. Llamar al periódico.
  4. Profit!

Desde aquí mi más sinceras felicitaciones a los avispados jubilados españoles, la rigurosidad de la oficina de patentes y el escepticismo y profesionalidad de los periodistas.

Si con temas tan obvios y simples ocurren estas cosas, no quiero ni imaginarme con lo que está ocurriendo con patentes de software, que están prohibidas, pero le encuentran el truco recomendado por la propia oficina de «ligar software a un dispositivo físico». Recuerdo que hace un par de años salió en los medios locales que el Govern Balear subvencionava los costes de patente de un invento mallorquín que era más o menos software de gestión de amarres ligado a una boya.

Demasiado sol y playa.