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Pienso que «innovación es un la palabra de cuatro letras [Nota: por fuck] en la industria. Nunca debe ser usada en una compañía respetuosa. Se convirtió en una objeto de RRPP para vender nuevas versiones. […] Edison dijo «1% de inspiración, 99% de transpiración». Pudo haber sido cierto un siglo atrás. Actualmente es «0.01% inspiración, 99.99% transpiración», y la inspiración es la parte fácil. Como gestor de proyectos nuca tuve problemas para encontrar gente con ideas locas. Tengo problemas para encontrar gente que puedan ejecutarlas […] Así que no creo que se necesite más innovación. — Linus Torvalds

No podría(mos) estar más de acuerdo. Pero aquí es difícil que dejen de usar el palabro, si aparece hasta en los grandes planes estratégicos (I+D+i) y seguimos creyendo que aumentar el número de patentes es la forma de mejorar, aunque al final dejen patentar cualquier cosa con tal de maquillar y justificar.

Relacionado con el tema de «ideas» y «ejecución», hoy leí en un blog –de un viejo «conocido»– que se queja amargamente de los datos de las balanzas fiscales. Cuando no estaban publicadas vivían más tranquilos en un mundo de riquezas de fantasía. Ahora que son públicas y se confirma que Catalunya es una de las que más «aporta» –menos que Balears, dicho sea de paso– su queja de  que es una empresa catalana la que vende el tomate extremeño envasado, por lo que no «cuenta» como extremeño sino como catalán. Pobret! Si dejase de quejarse –y lamer el culo a políticos del PSOE buscando posicionarse para algún cargo– y montase una empresa «extremeña» la situación sería un poco distinta. Pero demasiadas «ideas locas» y poca ejecución.

También relacionado… afortunadamente en tecnologías de la información –especialmente en software– hace falta mucho menos dinero y logística para «hacer cosas» que una empresa de fabricación de tomates envasados. Pero aún así encontraremos la forma de quejarnos: mileurismo, las otras empresas chupasangres y malvadas, el intrusismo,  o lo que toque en el momento.

Tener «ideas locas» y escribirlas es fácil. Lo difícil es ejecutarlas, joder si es difícil, y el «sudor» que necesita.