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Hace unas semanas, en una discusión sobre temas legales en Internet me decía un abogado:

Cuando se trata de leyes complejas los legisladores recurren a expertos o think tanks para que las redacten. Esos expertos suelen ser de bufetes conocidos, o bien catedráticos que a su vez participan en los bufetes. ¿Cuál es el interés de estos abogados? Hacer las leyes oscuras y complejas porque al fin y al cabo es lo que les da trabajo y prestigio.

Nunca lo había pensado de esa manera, pero tiene su lógica. De ese tema vuelvo a leer hoy otra vez algo espeluznante del abogado Cremades que ya hablé aquí varías veces.

Hoy en el ABC, en El reto de Google insiste en sus ideas un poco más que extrañas, pero con una explicación: hacer las leyes y confundir a los jueces para –como me explicó el abogado– montar sus negocios. Lo siento si ofende a algunos, pero ahora mismo sólo se me ocurre la palabra parásito, y luego lobista.

De todas formas, lo mejor es leer la excelente explicación de Enrique Dans: Google, el río revuelto y la ganancia del pescador (que me imagino no le debe haber resultado fácil por razones que se leen en la introducción y el disclaimer, aunque nunca entendí que hace él metido en semejante ambiente).

Lo más curioso de todo es que este señor no es alguien que produzca muchos programas, o que cree, fabrique o invente cosas que satisfagan necesidades, o que divierta a la gente. Por el contrario, como profesional vive de los problemas que tiene la gente o las empresas, muchos de esos problemas creados por ellos mismos –este último artículo como alguno de los que mencioné son una pequeña muestra–.

Alguna vez escribe libros, donde cuenta cosas que hacen y les pasan a otros, con la mayoría de ideas que coge de otros artículos y libros. Otras veces participa en «clubes» con  relaciones políticas y fondos públicos por el medio para favorecer la «innovación» tecnológica –al mismo tiempo que la critica cuando le puede dar provecho–.

Mi pregunta es: ¿quién es en realidad el que hace algo productivo y quién es “un claro caso de aprovechamiento del esfuerzo ajeno”? [*]

[*] No deja de llamarme la atención que los abogados estén obsesionados con la propiedad intelectual y el «aprovechamiento del esfuerzo ajeno» pero no tengan la coherencia de pedir que se modifique el Artículo 13 de la LPI para que cada abogado tenga que pedir permiso y pagar para poder usar el trabajo intelectual de terceros en el desarrollo de su profesión… como el resto al que intentan imponerla con tanto extremismo:

Artículo 13. Exclusiones. No son objeto de propiedad intelectual las disposiciones legales o reglamentarias y sus correspondientes proyectos, las resoluciones de los órganos jurisdiccionales y los actos, acuerdos, deliberaciones y dictámenes de los organismos públicos, así como las traducciones oficiales de todos los textos anteriores.