Etiquetas
Es sabido que no gozan de muy buena fama, ni siquiera entre los becarios empleados de las consultoras. Cringely hace un incompleto –tiene muhcos amigos consultores :-)– pero buen resumen en The Truth About IT Consultants: Some are great but most are not.
Al final enumera las diez mentiras típicas de los consultores y propone que se tomen dos cursos de acción: a) despedir inmediatamente al consultor b) traer al más friki más listo de la empresa para que el consultor le explique los detalles.
- Esto sólo se puede lograr con el desarrollo de un gran proyecto personalizado.
- Por supuesto que sus datos están seguros.
- Necesitaremos un día o dos para optimización y depuración.
- Sí, lo hicimos antes. Hay varias empresas usando este producto (o tecnología). Realmente les gusta.
- La consolidación de servidores y la virtualización le ahorrará dinero.
- La consolidación de almacenamiento y la virtualización le ahorrará dinero.
- La actualización (o cambio) será muy suave y no afectará a la producción.
- La actualización (o cambio) será transparente para los usuarios.
- Sí, lo probamos meticulosamente antes de instalarlo.
- Si instala Tivoli, se resolveran todos sus problemas de soporte.
No está mal para comenzar, pero yo añadiría una verificación que es muy útil a la hora de leer el «informe de requerimientos» y «soluciones propuestas» que presentan las consultoras. Para ello acostumbran hacer entrevistas a todos los empleados de la empresa que los contrata. Entre las entrevistas preguntan «¿y usted cómo lo solucionaría?».
Antes que hagan la entrevistas, pida a los empleados que redacten un pequeño resumen de las mejoras que ellos proponen. Guarde todos esos informes, y cuando la consultora le presente el bien maquetado informe, compare las soluciones propuestas con las que escribieron sus empleados.
Ahora échese unas risas y preparese para negociar una baja del presupuesto y una buena cena para su propia gente. Además ya habrá aprendido qué hacer antes de gastar dinero en costosas consultoras… lo que me hace recordar el cuento aquel del campesino y el consultor 🙂
PS: Disculpas por ese «acer» que se me escapó. Todavía me estoy flagelando.
«Para ello acostumbran a acer entrevistas a todos los empleados de la empresa que los contrata»
¡¡Mis ojos!! Aún con los párpados casi del todo caídos, duele ver escrito ese verbo hacer sin ‘h’…. gallir, despide al becario que redacta estas cosas x’D
«acostumbran a acer» –>»acostumbran a Hacer» 🙂
muy bueno lo del resumen previo!! :O
En el libro The secrets of consulting, de Gerald M. Weinberg, propone el «test del zumo de naranja» para comprobar la credibilidad del consultor. Propone la siguiente petición para un hotelero, pero puede extrapolarse a un consultor fácilmente.
Diga al director del hotel que necesita preparar un fin de semana para sus 700 empleados. Es tradición que el desayuno se realice conjuntamente, a las 7.00 horas. Además, cada uno de los empleados debe tener un buen vaso (no uno pequeño) de zumo de naranja natural RECIEN exprimido. Entonces, pregúntele si puede hacerlo y que le va costar.
Si el director dice que no puede hacerlo, descarte el hotel. Si el director le dice que no será ningún problema, descarte el hotel. O no va ha traer los zumos, o los traerá tarde o no serán recien exprimidos.
Confie solamente en el que le diga: «puede hacerse, pero le saldrá caro. Esta és la cantidad XXX».
El test del zumo de naranja, adaptado a la situación de cada uno puede ser un buen filtro para buenos consultores.
La misma frase se puede extrapolar a una empresa de ingenieros encargados de diseñar un producto: La mayoría de consultores que me he encontrado no han aportado ninguna solución que no supiera ya y estuviera implementando. Para mi la sensación es que sirven para confirmar que tu trabajo lo estás realizando bien y que si pasa algo tengas donde (o a quién) agarrarte.
Por mi experiencia, en este país el comportamiento del que hablas (el de tipo consultor B del artículo) es más común en los comerciales «puros» o gerentes de cuenta.
Los que creo que abundan más aquí son los consultores de tipo A y C, que desgraciadamente y para no contradecir la «versión oficial» de la empresa (lo que cuentan los vendedores de humo), más que engañar se callan las verdades «malas» para sólo resaltar las «buenas», aunque con el tiempo y la confianza (un consultor puede estar años en el mismo cliente) van soltándolas todas…
Yo trabajé dos años en una big consultora, al llegar a ser Consultor Senior tuve que dejarlo porque no era éticamente compatible con mis principios.
Cuando eres consultorcillo de base, simplemente eres carroña redistribuible, carne de picar tecla y realmente no te das cuenta del lo que se cuece.
A medida que pasa el tiempo empiezas a ascender (unos mas «trepido» que otros) y empiezas a ofrecer «soluciones» a los clientes y es cuando te enfrentas al dilema de tener que vender «harleys» cuando sabes de sobra que al final será una «vespa», muchas veces con la sensación de que el interlocutor en el cliente en realidad sabe mucho más que tú mismo del tema del cual has de aparentar ser un experto del copón.
Ha llovido mucho desde entonces, pero no creo que haya cambiado demasiado.
Lo triste de esto es que ya se da por hecho que el consultor va a mentir. ¿Quién contrataría a un consultor si de buenas a primeras ya estás dudando de su honradez?
¿Y la cantidad de gente que estuvo metida en esos equipos multitudinarios montando la Harley que comenta #4 y que se echaron a perder personal y profesionalmente?
La tendencia actual se basa en pequeños equipos de personas muy especializados que prestan servicios muy concretos y, lo más importante, con varios casos de éxito cercanos al empresario. Evidenetemente, se acompaña de un presupuesto mas realista, lejos del mareo que causa el consultor «clásico».
De todos modos, el tema consultoría está fatal. Muy mal visto e ir por la vida diciendo «soy consultor» es casi un sinónimo de «soy un estafador».
Incluso en según que empresas, que es sabido que cogían a un conjunto de filólogos (por poner un ejemplo) y les daban un curso acelerado de la herramienta X de unos meses mandándolos a la empresa del cliente a asegurar que son profesionales con una carrera de X años: ergo, decir que eres «consultor» de alguna empresa de esas, además de denotar que eres «un estafador» denota que eres «un inútil» 🙂
Se sigue viendo aún a día de hoy cada vez que, por ejemplo el gobierno, financia un macro-proyecto de TI con las mejores intenciones y acaba completamente corrompido y programado por un becario mientras 10 intermediarios se han quedado con la pasta. Estos también aparecen con la corbata y la tarjeta de «consultor».
Vamos a tener que inventar un nuevo nombre a los que nos gusta diseñar estas soluciones globales para la organización compuestas de Hard, Soft, comunicaciones y e incluso personal. Soluciones realistas y mucho más económicas con un plan de crecimiento.
Las consultoras son el cáncer del mundo laboral. Son las responsables de que las empresas grandes externalizen sus servicios. Y a la vez son las responsables de la explotación de los trabajadores.
Los consultores suelen ser inútiles licenciados en universidades privadas con un excelentísimo pico de oro que les sirve para engañar a la empresa para la que desarrollan el proyecto. Además no suelen tener ni idea del proyecto que tienen en mano ni de lo que hacen sus trabajadores para sacarlo adelante.
Que maquinas son los del «3», «7» y «9». Son dioses del soft.
Trabaje en varias consultoras como desarrollador de sistemas. Y la verdad que la culpa no es solo del chancho, es también de quien les da de comer.
Grandes multinacionales contratan consultoras (las cuales son a su vez multinacionales) porque es más facil deshacerse de personal subcontratado o contratar más personal. En muchos casos no les interesa la solución en sí, solo los costos. Ocurre en todos los rubros que se les pueda ocurrir, en algunos casos son denomina «consultor» al subcontratista, en otros, como en la manufacturación de productos, directamente «subcontratista».
Muchas consultoras (no quiero dar nombres, si me conocen sabran de quienes hablo) son miradas como especie de Dioses del Olimpo. La verdad es que en mi caso, y muchos de mis colegas, no solo le venden espejos de colores a los clientes, sino a los propios empleados. En muchos casos, los clientes saben que son espejos de colores. Ay, pero que lindos espejos!
Muy buena entrada. Todos deberíamos difundir este tipo de mensajes, porque reflejan la realidad española. En especial se agradece que personas que han alcanzado un buen grado de visibilidad como Ricardo, denuncien este tipo de cosas ya que otros no tenemos el mismo alcance.
Las consultoras son la lacra del mundo de las TI en España. La mayoría de las españolas, herencia de la época dorada de la venta de hierro en los años 80, que visto el descenso de los márgenes con el paso de los años, encontraron el filón en la venta de
carne, servicios. Empresas de generación de dinero rápido y para unos pocos, puestos de trabajo temporales, y en la que la mayoría generan mucha más probreza a largo plazo al estrangular a las compañías pequeñas, y centrarse en la obtención de dinero rápido y fácil ahogando la ya de por si casi inexistente industria del software española (perdón por el spam), contribuyendo a que nuestro país esté en la cola tecnológica de Europa.