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Es sabido que no gozan de muy buena fama, ni siquiera entre los becarios empleados de las consultoras. Cringely hace un incompleto –tiene muhcos amigos consultores :-)– pero buen resumen en The Truth About IT Consultants: Some are great but most are not.

Al final enumera las diez mentiras típicas de los consultores y propone que se tomen dos cursos de acción: a) despedir inmediatamente al consultor b) traer al más friki más listo de la empresa para que el consultor le explique los detalles.

  1. Esto sólo se puede lograr con el desarrollo de un gran proyecto personalizado.
  2. Por supuesto que sus datos están seguros.
  3. Necesitaremos un día o dos para optimización y depuración.
  4. Sí, lo hicimos antes. Hay varias empresas usando este producto (o tecnología). Realmente les gusta.
  5. La consolidación de servidores y la virtualización le ahorrará dinero.
  6. La consolidación de almacenamiento y la virtualización le ahorrará dinero.
  7. La actualización (o cambio) será muy suave y no afectará a la producción.
  8. La actualización (o cambio) será transparente para los usuarios.
  9. Sí, lo probamos meticulosamente antes de instalarlo.
  10. Si instala Tivoli, se resolveran todos sus problemas de soporte.

No está mal para comenzar, pero yo añadiría una verificación que es muy útil a la hora de leer el «informe de requerimientos» y «soluciones propuestas» que presentan las consultoras. Para ello acostumbran hacer entrevistas a todos los empleados de la empresa que los contrata. Entre las entrevistas preguntan «¿y usted cómo lo solucionaría?».

Antes que hagan la entrevistas, pida a los empleados que redacten un pequeño resumen de las mejoras que ellos proponen. Guarde todos esos informes, y cuando la consultora le presente el bien maquetado informe, compare las soluciones propuestas con las que escribieron sus empleados.

Ahora échese unas risas y preparese para negociar una baja del presupuesto y una buena cena para su propia gente. Además ya habrá aprendido qué hacer antes de gastar dinero en costosas consultoras… lo que me hace recordar el cuento aquel del campesino y el consultor 🙂

PS: Disculpas por ese «acer» que se me escapó. Todavía me estoy flagelando.