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Un troll anónimo deja un comentario en el blog de Xisco con palabras muy «halagadoras» para mí (captura). El estilo me sonaba mucho, voy y miro las IP de los diversos emails y comentarios que ha dejado el director del «observatorio», luego pregunto a Xisco si es de la red 83.50.177.xxx. ¡Bingo!

Ahora el «experto en Internet» también se dedica a trollear, de forma anónima y cobarde, pero luego va a lloriquear al primo Zumosol si le critican las prácticas, sitio web o informes de su «observatorio».

Pero es que además… ahora que estoy en mi propio dominio lo diré claramente: es usted un completo inútil en este tema. Cualquier experto sabría perfectamente que los sistemas de blogs avisan la IP del que hace comentarios como así también los servidores de correo electrónico, pero que hay sistemas proxies anonimizadores –como el TOR de la Electronic Frontier Foundation— para que no te puedan localizar tan fácilmente.

Le propongo un tema para hacer un comunicado de prensa del «observatorio»: «El libro amarillo de los trolles en Internet». Así aprenderá algo más que sólo de fantásticas infoguerras.

Daumau. Esto es aún más barriobajero de lo que esperaba. Lo peor es que lo que ha llegado a generar en mi propia universidad un personaje como éste. Increible y una pena tot plegat.

PS: Note «vd» que ya no pongo ni apellido, para no empeorar la cosa con los buscadores, y que todo lo podría haber solucionado con unas disculpas y contando la verdad en su propio blog (sobre todo quién ha sido su «primo»). O dejando que el tema se olvide, bastan unos pocos días. O ponerme una denuncia para «restaurar su honor» de una puñetera vez. Pero… ¿dedicarse a trollear y desacreditar como venganza? Ya.